Testigos del asesinato de una mujer en Palma: "La niña lloraba mientras llamaba a su madre"

Incredulidad, rabia e impotencia: el relato de quienes han vivido el crimen de este martes en primera persona

Marina J. Ramos | 10/12/2024

La conmoción y la incredulidad han invadido la barriada del Coll d'en Rabassa, en Palma, este martes, tras el terrible asesinato de una mujer a manos de su pareja, quien le ha asestado repetidas puñaladas mientras viajan en coche, en compañía de su hija, de año y medio, que también ha resultado herida.

Tal y como ha adelantado Crónica Balear, los hechos se han producido sobre las 15h en el Camí de Can Pastilla. Un Peugeot 107, en el que viajaba la víctima, una mujer española; el hombre, de 40 años y de origen rumano, y su hija de 18 meses, ha perdido el control y ha chocado contra el vehículo de delante. Ello ha ocurrido mientras el hombre, quien iba al mando del volante, estaba asestando repetidas puñaladas a la mujer, en el asiento del copiloto. Tras el impacto, el Peugeot "ha chocado contra un pequeño muro a su derecha y ha dado una vuelta extraña", asegura una testigo.

"Estábamos en casa, comiendo, cuando hemos escuchado de repente un ruido muy fuerte", cuenta a Crónica Balear José Luis, vecino del Coll. Al salir al balcón, han visto el accidente. Nada les hacía sospechar del trágico suceso que acababa de ocurrir, más allá de un mero choque por alcance. Sin embargo, pronto se han percatado de que "un hombre ha salido del coche siniestrado, del que ha pegado el golpe al otro, y ha empezado a dar vueltas por el vehículo, mirando y abriendo puertas, hasta que de repente ha cerrado la puerta y se ha ido del sitio".

Al pasar justo por el portal de José Luis, este le ha llamado la atención: "Le he llamado la atención y le he chillado: '¡¿Cómo te vas si acabas de tener un accidente y estás dejando los dos coches tirados ahí?!'". El hombre ha gritado unas palabras ininteligibles y ha seguido andando. Según los testimonios que ha podido recabar Crónica Balear sobre el terreno, varias personas apuntan a que el ahora detenido ha empezado a correr y ha girado en la primera calle a derecha, donde se encuentra la entrada al aparcamiento subterráneo del Mercadona del Coll y una plaza con un parque infantil, el Parc de Son Fangos.

Al ver cómo el responsable se daba a la fuga, José Luis ha bajado a la calle "para ver si alguien necesitaba alguna ayuda". Ha sido entonces cuando "me he encontrado en el coche a la niña pequeñita y a otra chica [la conductora del segundo coche implicado]". Él, junto con una decena de personas que se han acercado al lugar al presenciar la colisión, han sacado a la niña del vehículo, herida y llorando. "Lloraba mientras llamaba a su madre. Ha sido estremecedor", comenta otra testigo. "La han arropado con una mantita para que no tuviera frío", añade José Luis, y han estado con ella hasta que ha llegado la primera ambulancia. La pequeña tenía sangre en la nariz y en la cabeza, además de en los pantalones. Los sanitarios la han atendido y la han trasladado al hospital de Son Espases, donde se han desplazado familiares de su madre para estar con ella.



Otro de los testigos del trágico suceso acontecido este martes en Palma, -un hombre que prefiere mantenerse en el anonimato-, iba caminando con su pareja por la calle cuando se han topado con el accidente pocos minutos después del choque. "Aún salía humo de los coches", detalla. Al acercarse para auxiliar a las posibles víctimas, ha oído cómo un hombre le chillaba: "¡Está muerta!". Tras asomarse por la puerta del copiloto, ha encontrado "a una chica totalmente doblada, con la cabeza y todo el torso sobre el salpicadero". Asustado, ha llamado al 061. "'¿Cómo está la víctima?', me han preguntado. 'Creo que muerta', les he dicho. No respiraba y estaba totalmente inerte", sostiene.

Este hombre se dirigía al hospital San Juan de Dios a visitar a su madre, ingresada en cuidados paliativos. Iba en compañía de su pareja, quien se ha quedado en los alrededores, conmocionada tras presenciar la escena, mientras él visitaba a su madre. La mujer estaba esperando en el Parc de Son Fango, delante de la entrada al aparcamiento subterráneo de Mercadona, a muy pocos metros de distancia de la escena del crimen, cuando se ha encontrado sin saberlo con el agresor huido. "Estaba aparentemente tranquilo, con el pantalón todo manchado de sangre, hablando con dos policías que lo han parado". Y añade entre lágrimas: "Si llego a saber que era él...Ay, amiga...", dice con impotencia y los ojos llorosos. "Tengo un trauma para toda la vida", solloza.

Ante lo aparatoso de la escena y el posterior despliegue de policías y sanitarios, muchos vecinos han bajado a la calle. La rabia y la impotencia se palpaba entre ellos. "¿Por qué tiene que hacer esto? ¿Qué necesidad?", se preguntaba una de las residentes de la zona. "Lo peor es que con las nuevas leyes, seguro que está en la calle en un par de años", comentaba resignada otra vecina. En el Mercadona que ocupa todos los bajos de la manzana frente a donde ha ocurrido el crimen, trabajadores y clientes aún miraban anonadados desde el interior la escena. "Es que sinceramente, no me puedo creer que haya pasado esto aquí", confesaba emocionada una mujer con la bolsa de la compra en el suelo y con la mirada puesta en el coche donde viajaba la víctima. "Aún no me lo puedo creer", repetía.

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Comentarios

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  • Daniel - 10 de Diciembre de 2024 a las 22:44
    Disfrutando de la inmigración
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    2
  • Vaya - 10 de Diciembre de 2024 a las 21:57
    A la cárcel hasta que muera.
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