El acusado por el crimen del jacuzzi sigue negando haber matado a su mujer con una dosis letal de MDMA

EP | 24/11/2022

El acusado por el crimen del jacuzzi ha hecho uso de su derecho a la última palabra en el juicio

El acusado por el conocido como 'crimen del jacuzzi' de Menorca ha insistido este jueves en su inocencia, asegurando que la muerte de su mujer fue un accidente y justificando su actitud defensiva durante la investigación.

"Cuando yo me negué a declarar es porque vi que me habían incriminado, yo lo que menos quería era recordar ese día, fue el peor día de mi vida", ha declarado, haciendo uso de su derecho a la última palabra al término del juicio celebrado con un Jurado en la Audiencia Provincial de Palma.

La Fiscalía y el Govern balear piden una condena de 25 años de cárcel por asesinato para el marido de la fallecida, al que acusan de haber preparado a su esposa un cóctel con una dosis letal de MDMA y sangría y de haberle sumergido la cabeza en el agua para terminar de matarla, para después tratar de fingir una muerte accidental.

El acusado, por su parte, sostiene que se durmió y se encontró a su mujer inerte en el jacuzzi. El suceso tuvo lugar en una nave industrial de Ciutadella, en junio de 2018, si bien el viudo no fue detenido hasta noviembre de 2019, cuando una grabación de ocho horas encontrada en el móvil de la víctima le incriminó.

En el trámite de informes finales, las acusaciones han argumentado que la versión del procesado "no se sostiene". "¿Cómo se ahoga una persona en un jacuzzi que tiene 45 centímetros de agua?", se ha preguntado la fiscal Reyes Miñambres.

ÚLTIMA PALABRA

El acusado ha hecho uso de su derecho a la última palabra para dirigirse al Jurado durante cerca de 14 minutos. "El día 20 de junio a mí me citaron para ir a declarar y yo fui destrozado", ha empezado el procesado, contestando a alusiones de la Fiscalía sobre su falta de colaboración en el procedimiento.

El hombre ha asegurado que fue "muy detallista" en su relato y que dijo "la verdad": "La única persona que ha sido sincera desde el primer día he sido yo". En esta línea, ha acusado a la Policía y a la Fiscalía de utilizar las pruebas de forma sesgada, insinuando que la incriminación obedecería a un intento para evitar responsabilidades por el fallecimiento, tras no lograr reanimar a la mujer. "Porque si no se meten en problemas, y una mentira llevó a otra", ha afirmado.

Además, en referencia al audio encontrado en el móvil de su esposa que llevó a su imputación, ha asegurado que "intentan manipular con una grabación". En la última parte del audio se oyen "muchos vómitos, arcadas" e incluso se escucha a la víctima "decir 'me muero'", y "a él decir 'déjala que se muera'". La hipótesis de la Fiscalía es que se estaría dirigiendo a una amiga que estaba en el lugar de los hechos. En otro momento se escucha la frase "pero la maté".

Para el procesado "es una locura" la transcripción realizada por la investigación. Su versión, en cambio, es que su esposa fue a proponerle a su amiga tener relaciones sexuales en un trío, y que su amiga se negó; entonces, sostiene, su mujer le habría comentado lo mal que se sentía por el rechazo y es cuando él habría pronunciado la frase "déjala que se muera" en alusión a su amiga.

Del mismo modo, el acusado quita importancia a la frase "pero la maté" enmarcándola en un momento en el que, según su versión, se les cayó un barco cuando lo estaban moviendo. "Es una manera de hablar de nosotros", ha dicho el hombre, de origen venezolano.

Por otra parte, sobre los seguros de vida de la fallecida, el hombre ha lamentado que las acusaciones "lo ponen de una manera que da asco". En concreto, una de las pruebas que se esgrimen en su contra es un mensaje enviado a un amigo en el que le dice: "Joder, vamos a por los seguros de vida de Elisabeth, uno tiene 150.000 y el otro también 150.000, ahí está el futuro de Barbarroja [su empresa]".

El hombre ha justificado su interés en cobrar las pólizas "porque estaba hundido" económicamente pero quería mantener la empresa que había creado con su esposa, que heredó con una deuda de 110.000 euros. En su turno de última palabra ha mantenido que contactó con este amigo para "hacer la empresa juntos por Eli".

LA FISCALÍA, CONVENCIDA "DE QUE ESTE SEÑOR MATÓ A SU MUJER"

Por su parte, la Fiscalía ha llegado "al pleno convencimiento de que este señor mató a su mujer". La fiscal ha insistido en que la relación con su esposa se basaba "en la dominación, la violencia y la sumisión".

Además, ha remarcado que el hombre "no ha declarado" desde que fue imputado, si no le dejaban antes escuchar el audio incriminatorio. Se trata, ha recordado, de una grabación que termina a las 4.26 horas, mientras que las forenses situaron la muerte a las 5.00 horas. En ese archivo "se escucha perfectamente" al hombre hablando, por lo que "no dormía". También se le escucha hablar "mientras ella está vomitando y agonizando".

Igualmente la fiscal ha resaltado la actitud "vigilante, fría y apática" del acusado durante la asistencia de emergencias. Considera sospechoso que el procesado "como sabía que había algo en el móvil de su mujer, se personó con un abogado": "Recurrió para que se archivase el caso y no dejaba continuar con la investigación, no hacía más que pedir los móviles".

Además, la Fiscalía ha resaltado que la versión del acusado de que él y su mujer se metieron juntos en el jacuzzi no cuadra con el hecho de que se encontrara parcialmente tapado, o que ella tuviera únicamente mojada la cabeza. También ve del todo inverosímil que, con ella vomitando, "se pusieran a mover un barco a las cuatro de la mañana"; que no llamara pidiendo auxilio a la amiga que estaba en el cuarto contiguo; o que la víctima, sin ser consumidora habitual, se tomase voluntariamente hasta 750 miligramos de éxtasis.

Respecto a la amiga de la víctima que estaba en la nave, y que no ha querido comparecer, la acusación ha recordado los mensajes en los que "antes de abandonar la isla avisa a su hermana y le dice que no venga". Además, ha alegado, antes de que se hubiera realizado la autopsia que revelaría la dosis de éxtasis en sangre, la mujer ya advertía a la hermana de que el acusado había drogado a la víctima y le culpaba de su muerte.

Por último, la fiscal ha razonado que el acusado puso a nombre de su esposa la empresa y los barcos ya que él "se había fugado de Venezuela" porque le buscaban por la muerte de otra mujer. Por todo ello, la Fiscalía ha pedido al Jurado que "juzguen con conciencia" condenando al hombre "para que no vuelva a cometer" otro crimen.

El abogado de la Comunidad Autónoma, Aitor Durán, ha suscrito las conclusiones de la Fiscalía ya que la prueba "ha demostrado el ambiente de sumisión y temor" en el que vivía la víctima. Entre otros indicios, ha remarcado que otras mujeres del entorno del acusado relataron episodios en los que perdieron la conciencia y los recuerdos tras ingerir bebidas preparadas por él.

En este sentido, el letrado ve "impensable" que la víctima "pusiera en riesgo su vida con una cantidad letal" de MDMA sin ser toxicómana. "Hagan justicia y no dejen impune un astuto y malvado crimen", ha pedido al Jurado.

LA DEFENSA DICE QUE NO HAY PRUEBAS DEL CRIMEN EN VENEZUELA

Por su parte, el abogado de la defensa, Juan Ignacio Sanz, ha argumentado que la investigación ha intentado acomodar las pruebas al relato acusatorio "buscando explicaciones para todo" que confirmen "lo que previamente se ha decidido". "Al que tiene un martillo todo le parecen clavos", ha dicho el letrado.

Entre otros puntos, el abogado se ha referido a la orden de extradición contra el procesado --que tiene nacionalidad española-- dictada por Venezuela por la muerte de otra mujer a principios de 2010. El letrado ha asegurado que España denegó la extradición "porque no se aportó ni una sola prueba" que le relacionara con ese otro crimen.

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