El acusado del crimen del jacuzzi niega haber matado a su esposa dándole una dosis letal de MDMA

EP | 21/11/2022

El hombre de 43 años acusado por el 'crimen del jacuzzi' de Menorca ha negado este lunes, ante el Tribunal del Jurado que juzga el caso, haber matado a su esposa dándole una dosis letal de MDMA en un vaso de sangría, como sostiene la Fiscalía, que cree que el procesado trató de fingir una muerte accidental.

En el juicio, el hombre ha asegurado que ambos se metieron en el jacuzzi, que se quedó dormido y al despertar la encontró sin signos de vida con la cabeza sumergida en el agua.

La Fiscalía pide para él una condena de 25 años de cárcel por un delito de asesinato con las agravantes de parentesco y de género. Además reclama una indemnización de 150.000 euros para los padres de la víctima.

El suceso tuvo lugar el 18 de junio de 2018 en el anexo de una nave industrial de 300 metros cuadrados en Ciutadella, donde ambos residían en Menorca. Iban a la isla para hacer la temporada de verano vendiendo bebidas en la playa. La mujer había denunciado en varias ocasiones anteriores a su pareja por malos tratos.

La Fiscalía sostiene que el hombre preparó a conciencia una dosis letal de MDMA (cristal) en la sangría. Presuntamente, después se dirigió al aseo y le entregó el vaso para que se lo tomara, sabiendo que la mataría. La Fiscalía cree que la mujer aceptó la bebida "guiada por el temor que le infundía el acusado y en el contexto de sometimiento y subordinación" que marcaba su relación.

Unos diez minutos más tarde, sobre las 3.40 horas, la mujer comenzó a sufrir los efectos de la droga, algo que se exteriorizaba con arcadas y vómitos, según el relato acusatorio.

Sin embargo, la Fiscalía sostiene que el hombre permaneció impasible y dejó transcurrir el tiempo suficiente para que entrara en un estado de agonía e inconsciencia, sin prestarle auxilio.

En la nave se encontraba otra mujer, amiga de la víctima, pero no hizo nada por ayudarla "ante el fuerte temor que le infundía el acusado", según la acusación.

Sobre las 4.16 horas la víctima se desvaneció y cayó al suelo golpeándose la cabeza. El acusado habría arrastrado su cuerpo llevándolo hasta el jacuzzi, parcialmente lleno de agua, y según el fiscal introdujo la cabeza de su esposa dentro del agua para terminar de matarla.

La mujer falleció sobre las 5.30 horas a causa de una parada cardiorrespiratoria provocada por una intoxicación aguda de MDMA. La Fiscalía apunta que el desenlace "se vio acelerado a causa de la sumersión" en el jacuzzi.

A las 5.50 horas el acusado llamó a los servicios sanitarios, pero no pudieron hacer nada por salvar la vida de la mujer.

MANTIENE QUE FUE UN ACCIDENTE

En la primera sesión del juicio, el hombre ha indicado que fueron al jacuzzi en actitud cariñosa. También ha declarado que propusieron a la amiga de su mujer participar en un trío pero que aquella se negó.

El hombre ha mantenido que él y su mujer tomaron, voluntariamente, MDMA con sangría para "colocarse" juntos, y que era algo que hacían habitualmente. Ha asegurado que cada uno se preparó su propio vaso "a su gusto". A preguntas del fiscal el acusado ha indicado que tras empezar a beber su mujer sintió náuseas y vomitó, pero que no le dio importancia.

Según el acusado, se metieron en el jacuzzi completamente a oscuras. "Con el calor me entró tanta relajación que apoyé la cabeza así y me dormí", ha dicho.

Cuando se despertó estaba "desorientado" y no veía nada. "Me desperté como si todo el colocón se me hubiera subido a la cabeza", ha dicho. Siguiendo con su versión, comenzó a llamar a su esposa y empezó a palpar hasta que notó su pierna; se dio cuenta de que tenía la cabeza sumergida, bocabajo, y trató de sacarla pero no podía. "Hice un esfuerzo, pero aunque yo hiciera fuerza su cabeza siempre estaba bajo el agua", ha dicho.

El hombre ha dicho que no sabía si estaba viva o no, y que cuando logró sacarla del agua su cabeza "rebotó" contra el suelo. Ha afirmado que intentó hacerle maniobras de reanimación. Con todo, el procesado ha dicho que no pensó en ir a buscar a la amiga de su mujer hasta después de haber llamado a los servicios de emergencia. Además, según el acusado, colgó la llamada accidentalmente al intentar poner el altavoz.

Cuando la Policía llegó, estaba seco: "Siete minutos son suficientes para secar mi cuerpo entero". En unas fotografías de la investigación se ve el jacuzzi con la tapa puesta, pero el acusado ha asegurado que fue la Policía quien la colocó.

DETENIDO UN AÑO MÁS TARDE

El hombre no fue detenido hasta un año más tarde de estos hechos, en noviembre de 2019. La primera hipótesis apuntaba a que la fallecida hubiera podido quedarse dormida, pero después la investigación de la Policía Nacional determinó que la muerte no había sido accidental.

Una de las pruebas para dar este giro a la investigación fue una grabación encontrada en el teléfono de la víctima, un audio en el que se escucharían sus últimos momentos, según las acusaciones. En el archivo se escucha al hombre decir "que se muera". El acusado ha dicho que esas palabras fueron en una conversación entre él y su esposa refiriéndose a su amiga, y que en cualquier caso era una forma de hablar no literal.

El hombre ha reconocido que grababa las conversaciones de su esposa pero lo ha justificado diciendo que era para "protección" de ambos frente a denuncias de terceros.

También ha dicho que sabía todas sus contraseñas de redes sociales pero lo ha enmarcado en las labores de gestión de una empresa que llevaban entre ambos.

BUSCADO POR LA MUERTE DE SU ANTERIOR PAREJA

El sospechoso, procedente de Venezuela pero con nacionalidad española, no tenía antecedentes en España. Sin embargo, Venezuela había solicitado su extradición como presunto autor de la muerte de su pareja anterior, aunque la petición había sido denegada.

Según ha indicado la Fiscalía en su intervención inicial, el hombre abandonó Venezuela sólo dos días después de la muerte de su anterior pareja, en 2010.

Existían denuncias previas de la víctima hacia su pareja por malos tratos ocurridos en Barcelona. En uno de estos episodios la mujer tuvo que ser intervenida quirúrgicamente por las lesiones sufridas. De hecho, el escrito del fiscal señala que el acusado tenía un carácter "extremadamente celoso y posesivo" y que "mostraba una actitud controladora y dominante" con su esposa.

El procesado ha informado de que su mujer tenía un seguro de vida, pero ha declarado que no cubría la muerte por ahogamiento o consumo de drogas.

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Comentarios

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  • Indignado - 22 de Noviembre de 2022 a las 02:59
    Cobarde. Espero que te pudras en la cárcel y te quiten la vida después de 20 años preso
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