Critican que Cala Major se está convirtiendo en el Magaluf de Palma
Sergio Jimenez | 20/04/2022
Los vecinos de Cala Major ya no pueden más. Critican que esta zona se está convirtiendo en el Magaluf de Palma.
Así lo ha indicado este miércoles un vecino a Crónica Balear, después de que esta madrugada se hayan producido nuevos altercados en Cala Major.
Según explica, decenas de jóvenes hacen botellón en este barrio de Palma antes de entrar en la discoteca Rockefeller y, cuando salen, todo se desmadra: gritos a altas horas de la madrugada, vandalismo, peleas, golpes contra vehículos…
El vecino asegura que esta situación se repite cada fin de semana, pero ahora con las vacaciones de Semana Santa ocurre cada día de la semana. De hecho, los vecinos temen que esta estampa se repita a diario en verano.
“Hacen sus necesidades en los portales, dejan todo lleno de botellas, cristales, vasos… Así no se puede vivir. Ayer estuvieron con gritos hasta las 3 de la madrugada”, indica.
Y es que explica que los vecinos están “inseguros”. “Si les decimos algo, nos increpan. Hay mucha inseguridad”, asegura.
Los residentes de la zona exigen que el Ayuntamiento de Palma tome cartas en el asunto y ponga más agentes de la Policía por la zona. “El fin de semana tenemos que llamar constantemente a la Policía. Deberían poner una patrulla frente a este local”, critica.
ROCKEFELLER, UNA DISCOTECA POLÉMICA
El vecino recuerda que la discoteca Rockefeller ya ha sido expedientada por la Policía Local de Palma por no cumplir la normativa COVID.
Según explicaron fuentes de la Policía, en septiembre del 2021 cerraron la discoteca por infracciones "muy graves" a la normativa COVID y se suspendió y ordenó el desalojo de la actividad.
Entre las infracciones denunciadas se observó un exceso en más de un 100% del aforo máximo permitido. Se contabilizaron un total de 225 personas, cuando el aforo permitido por las restricciones COVID era de 101 personas.
Se excedió además la concentración de CO2 máxima permitida en espacios interiores (máx. 800 ppm). Y es que el medidor obligatorio de la discoteca marcaba 5.000 ppm de CO2 en el aire, siendo ese su máximo medible. Asimismo, había gente bailando, cuando todavía no estaba permitido.
Según detallaron desde la Policía Local de Palma, durante el desalojo se congregaron muchas personas en el exterior de la discoteca y tuvieron que solicitar refuerzos para poder disolver a la multitud. Al parecer el local tenía licencia de café-concierto.