Marga Prohens: "Defenderemos los intereses de los ciudadanos de Baleares, la propiedad privada y el turismo"

Esther Ballesteros | 26/06/2021

Todas las miradas están puestas sobre ella. Marga Prohens (1982, Campos) concurre al próximo Congreso del PP balear como aspirante a presidir la formación, y lo hace con las ideas claras. Quiere presentar un proyecto renovado para todos aquellos ciudadanos que, asevera, "ya estén en fase de resignarse o de tirar la toalla" y asegura que sus propuestas pasarán por combatir las cuatro crisis que, según afirma, se conjugan en Baleares: económica, turística, sanitaria y social. En una entrevista concedida a Crónica Balear, la actual diputada en el Congreso pone sobre la mesa los ejes fundamentales en torno a los cuales girará su programa. Aquellos con los que buscará, además, allanar el camino hacia las elecciones municipales y autonómicas de 2023 y su salto a la presidencia del Govern.

Asegura que se presenta con un proyecto renovado y reformista, ¿cuál va a ser ese proyecto?

El proyecto será el que decidan los afiliados y el que saldrá del Congreso que se celebrará el próximo 24 de julio: es la manera de funcionar interna del PP, estamos demostrando que somos un ejemplo de democracia interna, de normalidad en el relevo. En el Congreso se aprueban las ponencias y no solo la que será la línea del PP de aquí a 2023 sino cuáles serán las medidas que pondrá en marcha el próximo gobierno de Baleares. Tenemos una ponencia de estatutos, de reglamento interno, y una ponencia política donde haremos ver que hay otra manera de gobernar. Diré que vengo a liderar un proyecto renovado, de una única alternativa y de libertad, porque consideramos que hay otra forma de gestionar. Es un proyecto de esperanza y de ilusión para todos aquellos ciudadanos que estén ya en fase de resignarse o de tirar la toalla pensando que la falta de soluciones que está ofreciendo el Govern es la única forma de hacer política. Vamos a presentar las soluciones en positivo a las cuatro crisis que se conjugan ahora mismo en Baleares: económica, turística, sanitaria y social. Será un proyecto con un marcado carácter liberal, reformista, mirando a Europa, de optimismo. Hay otra manera de hacer las cosas y podemos hacerlo.

¿Podría avanzarnos algunas de esas medidas que se darán a conocer en el Congreso del PP?

Las medidas concretas no puedo avanzarlas porque no soy ponente y hasta la semana que viene las ponencias no son públicas, pero nosotros creemos que la respuesta a la crisis económica que estamos padeciendo debe ser una reforma fiscal y debe pasar por reducir los impuestos como está haciendo, por otro lado, el resto de países europeos. Solo es España el país que ha optado por la receta del hachazo fiscal a los ciudadanos, el único al que se le ocurre que sea en este momento cuando paguemos más que nunca por la factura de la luz, que el gas suba a partir del lunes un 4 por ciento, o, ante una crisis turística, que a las islas se les ocurra que tengamos que seguir manteniendo un impuesto turístico que puede desincentivar la demanda. Solo a la señora Armengol y al señor Sánchez se les ocurre que ahora es el momento de acabar con las herencias en vida y con los pactos sucesorios, que es una figura propia y exclusiva del derecho civil balear, del gallego y catalán. Vamos a presentar un proyecto que defienda la propiedad privada, los intereses de los ciudadanos de Baleares, y vamos a defender sin complejos y con la cara alta al sector turístico, porque yo digo que tenemos la suerte de vivir en una Comunidad turística y parece que nuestros gobernantes a veces se avergüenzan de ello cuando no lo criminalizan o lo persiguen. El PP es un partido que dice 'sí' al turismo y que estamos muy orgullosos de nuestro sector.

¿Teme que cuando se celebren las elecciones autonómicas de 2023 su discurso contra la gestión por parte del actual Govern haya envejecido ante la previsión de una más que probable recuperación económica?

A mí me gustaría, y lo digo sinceramente, que dentro de dos años nos hayamos recuperado totalmente, lo que pasa es que aquí hay mucha gente que no se va a recuperar porque se ha quedado por el camino. Muchas empresas han tenido que cerrar, hay muchos negocios que no pueden seguir adelante, tenemos unas 100.000 personas que quieren trabajar y no pueden, antes éramos líderes en creación de puestos de trabajo y ahora lo somos en pobreza. Se ha consolidado en Baleares lo que se denomina nueva pobreza, hay muchas personas que se han quedado atrás y muchas que consiguen salir adelante pero que se sienten engañadas, defraudadas y perseguidas por este gobierno. A mí lo que me dice esta gente en la calle, en un bar, en un restaurante, es: "No lo vamos a olvidar", la persecución y la criminalización sin sentido, sin datos, totalmente sectaria, sin justificación que ha hecho Armengol por ejemplo en el sector de la restauración. Me dicen incluso: "No lo vamos a olvidar ni nosotros ni nuestra familia porque lo hemos pasado muy mal y lo seguimos pasando muy mal". Entonces, más alla de los datos, y de verdad yo espero que nos hayamos recuperado, es un basta ya a una política de la soberbia, de la imposición, del 'estás conmigo o frente a mí', y esto no va a cambiar en dos años. Es el ADN de la señora Armengol.

¿Cree que el PP lo habría hecho mejor en Baleares? ¿Habría aplicado la política llevada a cabo en Madrid a pesar de la elevada incidencia de contagios?

Sin duda lo habríamos hecho mejor. He dicho siempre que no ha sido fácil para nadie gestionar esta pandemia, sobre todo en una primera fase y en la primera ola, que es cuando se dan los contagios en Madrid, básicamente. Una primera ola de la que no nos habían avisado, con un Gobierno de España que había ignorado siete, ocho, nueve veces las alertas internacionales, que antepuso su agenda ideológica y el 8-M. Yo estuve allí, y criticar que no tuviéramos la información no es criticar al 8-M ni al movimiento feminista, pero se produjo en Madrid y fue un auténtico foco de contagios. Achacar esto a la gestión que se ha hecho en Madrid es falso. No ha sido fácil gestionar, especialmente por parte de las CCAA, entre ellas Baleares, que se han visto abandonadas por un Gobierno que el año pasado se fue de vacaciones, no preparó ni siquiera la vuelta al cole, dejó a las CCAA solas ante un reto muy complicado. Un Gobierno que lo fio todo a un estado de alarma. Basta ver lo que ha pasado en Baleares. Armengol, con estos tics autoritarios que la caracterizan, creía que sin estado de alarma podía seguir limitando los derechos fundamentales de los ciudadanos y fueron los tribunales los que tuvieron que pararles los pies y decir que se tiene que respetar nuestra Constitución y nuestros derechos. Pedro Sánchez lo que hizo fue 'estado de alarma o la nada'. No había legislado, no había preparado legislación ordinaria como ya hacía un año que tenía el resto de países europeos y como ya hacía un año le había ofrecido Pablo Casado, una legislación de pandemias que pudiera dar cobertura especialmente a las CCAA.

Sin embargo, la tasa de contagios en las islas ha sido una de las más bajas durante los últimos meses...

No se puede contraponer el binomio economía o salud, porque la economía también es salud. Sin trabajo no hay salud y basta ver las cifras de salud mental que tenemos aquí en estos momentos. La salud mental es la pandemia silenciosa. Que Baleares seamos una de las cinco CCAA que seguimos mandado gente al paro mientras Madrid es de las que ya están creando puestos de trabajo y riqueza y liderando todos los índices económicos significa que ha habido decisiones: una crisis sanitaria global, sí, pero las decisiones económicas tienen nombres y apellidos y la persecución que se ha hecho de determinados sectores tiene los nombres y apellidos de Francina Armengol.

Critica la gestión llevada a cabo en las islas pero Baleares es la única Comunidad Autónoma que ha entrado en el semáforo verde de Reino Unido. ¿No considera esta decisión sintomática de que se ha actuado bien en las islas?

Me alegro mucho de que esto sea así y de que las cifras sanitarias en Baleares sean tan óptimas y un ejemplo. Pero me parece injusto comparar un territorio como Baleares con otros territorios y sus particularidades. Insisto: me alegro mucho de que estemos ya, por fin, en el semáforo verde. Estamos en julio y lo que hay que hacer ahora es poner toda la carne en el asador, que puedan abrir todas aquellas empresas y todos aquellos autónomos que estaban esperando esta noticia, que la temporada se alargue lo máximo posible y gestionar esto también, porque sería un error que ahora no supiéramos gestionar esta llegada de turistas con un virus que todavía está ahí, que no supiéramos controlar que todo se haga según la normativa sanitaria. Yo siempre digo que libertad y responsabilidad tienen que ir de la mano porque ahora, más que nunca, estaremos en el foco del mundo para ver cómo gestionamos esto. No podemos dar ni un paso atrás ni en falso. Ante la noticia de Reino Unido, que imagino que algunos sectores del Govern se habrán tomado muy mal porque tenemos la 'turismofobia' instalada en el Govern balear, hice un tweet enseguida que salió la noticia. En él decía lo que comentaba antes: sí al turismo, bienvenidos sean los turistas británicos, y con responsabilidad y seguridad sanitaria tienen que poder venir. Tenemos que poder conseguir una buena temporada turística para todos.

Cada vez hay más voces que apuestan por reconvertir el actual modelo turístico en otro de mayor calidad: ¿hay que reducir el número de visitantes?

Hay que apostar por la calidad, sin duda, pero apostar por la calidad no es decirlo, hay que hacerlo, y cuando tú apuestas por la calidad frente a la cantidad y derogas la Ley Turística del PP -que ha sido la única que ha dado pasos de gigante para ir hacia esa calidad con la reconversión de una planta hotelera que estaba obsoleta hacia una planta hotelera más moderna, de lujo, que emplea a más personal, que va enfocada a un 'target' con mucho mayor poder adquisitivo y, por tanto, que deja mucho más dinero aquí en las islas- y no propones ninguna alternativa significa que hacia allí no estás dando pasos. Si tú crees en un turismo de calidad pero persigues al sector náutico, uno de los más criminalizados desde este Govern porque creen que este sector es algo de millonarios y de las élites dentro de esa mirada tan sectaria que tienen, pues tampoco estás dando pasos hacia un turismo de calidad. Si tú crees en el turismo de calidad pero pones trabas al turismo deportivo y te inventas burocracia, tampoco estás dando pasos. Entonces, turismo de calidad sí, pero para eso hay que acometer, como vamos a demostrar nosotros en nuestro Congreso, una senda reformista y legislativa que no está ahora dentro de las prioridades del Govern. De hecho, la prioridad y el deseo del Govern, como dijo Yllanes y nadie le desmintió, es que vengan menos turistas, pero sin ofrecer alternativas.

En cualquier caso, ¿cree que la pandemia está demostrando que no hay que fiarlo todo a un solo sector?

Evidentemente, la pandemia está cambiando muchas cosas, lo que pasa es que no puedes decir: "Vamos a cambiar de modelo productivo" -y desde que estoy en política oigo a la izquierda repetir este mantra- y tampoco ofrecer nada más, simplemente criminalizar y perseguir el turismo que tienes. Lo que hay que hacer es defenderlo, darle facilidades, caminar hacia un turismo más de calidad, sí, pero defender a unos empresarios que son ejemplo a nivel mundial, a unos autónomos que son los que nos dan la marca Islas Baleares y que también es conocida a nivel mundial, y defender a los trabajadores. El proyecto que yo vengo a liderar no va de izquierdas ni de derechas, hay muchos trabajadores que miran al PP como su única esperanza y yo trabajo en Madrid tres días a la semana y los trabajadores de allí, los camareros, dicen: "Menos mal que aquí se ha hecho así, porque hay gente que lo está pasando francamente mal". Soltar esas frases de "vamos a cambiar de modelo productivo" mientras persigues el que tienes y no propones alternativas -porque yo no las veo por ningún lado- me parece una enorme irresponsabilidad por parte del Govern.

Afirmaba esta semana en el Congreso que la expropiación de viviendas a grandes tenedores inseguridad y ahuyenta la inversión. ¿No le parece que invertir en un inmueble para tenerlo vacío no es muy rentable?

Lo que creo es que la propiedad privada es un derecho constitucional fundamental y que desde el PP vamos a defender por todas las vías. Dicho esto, ¿al final qué ha pasado con el ruido? Lo dice el propio sector de la promoción y la construcción: se generó mucho ruido, hay una normativa que ataca a la propiedad privada, que ha empezado por los grandes tenedores pero que es referente del ataque a la propiedad privada para luego conseguir qué: ¿33 pisos? Tenemos en Baleares un déficit de 15.000 viviendas ahora mismo, estamos pagando los precios más altos de toda España para adquirir una vivienda y los ciudadanos nos vemos obligados a ahorrar el doble de años que la media estatal para acceder a ella. Insisto: un déficit de 15.000 viviendas y 8.000 familias esperando una vivienda en el Instituto Balear de la Vivienda (Ibavi) mientras el Ibavi está gastando su presupuesto en renovar sus oficinas y en poner muebles nuevos. Esto es lo que está pasando mientras el resultado de las políticas que se han puesto en marcha aquí de propaganda electoral es el que es. Conocimos esta semana que ha habido cero peticiones por parte de los hoteles de reconvertir plantas hoteleras en VPO, cero también en la campaña de rehabilitación de inmuebles... Están perdidos y están agotados en la que es una de las principales preocupaciones de los ciudadanos de Baleares. ¿Cuál es el resultado? Que aquí se siguen haciendo viviendas de lujo y no para la clase media o media-baja o para los jóvenes. En un gobierno de izquierdas se está potenciando la vivienda de gran lujo mientras se desprotege a los vulnerables, a los que realmente necesitan un piso de protección oficial o a los que necesitan acceder a una vivienda a un precio razonable. ¿Por qué? Porque tampoco hay ninguna ley que incentive, que proponga avales para ese porcentaje que no facilitan los bancos y que es el que muchas familias no tienen en efectivo, en ahorros, para poder acceder. Tampoco se incentiva de alguna manera a los propietarios para que pongan sus viviendas en alquiler mediante unas garantías que les proteja en caso de desperfectos o impagos. Se les persigue, otra vez el ataque a la propiedad privada, y el resultado, cero. ¿Esto qué ha provocado? Ahuyentar a inversores. Lo dice el propio sector. Y como aquí los promotores no sigan haciendo promociones en el suelo que está destinando para ello no sé cómo vamos a acometer esas 15.000 viviendas de déficit que tenemos. Aquí se habla a lo sumo de 300 VPO más, a lo sumo, dentro de dos años. Hay que reformar la legislación y acometer medidas valientes, lo que no significa consumir ni desproteger más territorio. Aquí lecciones de protección del territorio al PP, ni una. De hecho, la mayoría de las leyes de protección territorial son del PP. Pero sí que hay que escuchar al sector, quitar burocracia, simplificar los trámites administrativos, acabar con la tortura que significa esperar una licencia. Esto ha desincentivado a los promotores y ha sido el gran fracaso de la política de vivienda y social, que se ha convertido en una estafa social.

¿Pactaría con VOX de ser necesario en las próximas elecciones autonómicas?

No será necesario. Tenemos un programa inmenso, unas ganas inmensas, gente que está colaborando y ayudando a hacer un programa rico en propuestas e ideas. Será el mejor, sin duda, y la alternativa a las ideas que ya se han agotado después de dos legislaturas de gobierno. Lo que va a necesitar el PP es poder aplicar su programa electoral en su totalidad, en libertad, de manera rápida -cuando lleguemos al Govern en 2023 vendremos repensados de casa-. Vamos a anunciar antes cuáles serán las primeras leyes, los primeros cien días, vamos a llegar y empezaremos a cambiar las cosas, y estoy convencida de que vamos a poder hacerlo en solitario, como nos van a pedir los ciudadanos, de manera rápida y eficaz. La tendencia y el cambio de ciclo ya es evidente, se demuestra en todas las encuestas nacionales. Se demuestra que uno de los territorios que se vuelve a pintar de azul es Baleares y esto ya no hay quien lo pare.

¿Y si no obtienen esa mayoría absoluta a la que aspiran?


No los vamos a necesitar [a VOX]. Me presento para liderar un grupo de hombres y mujeres convencidos de tener un amplio respaldo de la ciudadanía y de que vamos a poder aplicar nuestras medidas en solitario.

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