El asesinato del Secar de la Real podría desatar la rivalidad entre clanes
Redacción | Mallorca, 05 de Noviembre de 2020 | 16:36h

El último crimen machista en Mallorca el pasado martes está aumentando las alarmas en el poblado ilegal de Ca Na Verda, en el Secar de la Real. Y es que, como ya advirtieron los primos del homicida, el asesinato de Antonio Cortés a Remedios Cortés, de 32 años, puede intensificar las tensiones en el poblado hasta el punto de provocar una guerra entre clanes gitanos.
Este fue el aviso de los primos del asesino: La tensión en el poblado crece después de que Antonio asesinara con brutalidad a Remedios en medio de un ataque de celos. Antonio nunca aceptó que Reme cortara definitivamente su relación sentimental, y menos cuando se enteró de que había iniciado otra relación con un hombre de una familia rival.
El asesino lo verificó revisando el teléfono de Remedios, del que extrajo varias capturas de pantalla de conversaciones de WhatsApp con el otro hombre. El asesino intentó enseñárselas como reproche durante la discusión que mantuvieron antes del asesinato, pero Reme vio que Antonio estaba demasiado alterado y quiso huir. Fue demasiado tarde.
Según confesó el propio Antonio durante la reconstrucción del crimen, él salió huyendo detrás de Reme, la alcanzó y la mató a golpes con una piedra y puñaladas con un destornillador. Lo que ha revelado la autopsia es que se ensañó de forma brutal, y siguió agrediéndola incluso cuando ella se desmayó de dolor. Después, el asesino intentó enterrarla y simular un accidente de tráfico, pero le invadió el pánico y llamó a su familia.
Sus primos acudieron al lugar de los hechos y se encontraron a Antonio cubierto de sangre y muy alterado: "La he liado mucho, la he liado mucho. He tenido un accidente y la Reme está muerta", decía. Los primos de Antonio supieron rápidamente que Reme no había muerto por un accidente, y le instaron a entregarse a la Policía. De otro modo, se iniciaría una guerra entre clanes y la familia del asesino correría peligro.
Al principio, Antonio hizo caso omiso de los consejos y huyó, pero horas después, asesorado por su abogado, decidió colaborar con la Policía y confesar el crimen. La Policía quedó con él en un domicilio en s'Hostalot. Al llegar, él tenía una actitud pacífica y se mostraba dispuesto a colaborar. De hecho, al día siguiente, durante la reconstrucción del crimen, terminó de rodillas en el suelo, sollozando mientras confesaba el brutal crimen.
Los primos de Antonio supieron casi desde el principio que Reme no había muerto por un accidente de tráfico. La mujer llevaba tiempo en una mala situación con Antonio, y ellos sabían que Antonio no asumía el final de la relación. De hecho, estos familiares se reunieron varias veces con la pareja para mediar entre ellos y evitar que la relación se terminase.
El acusado no tiene denuncias previas ni antecedentes por maltrato, pero la Policía ya sabe que se trata de un crimen machista. Así, Remedios Cortés es la tercera víctima de violencia machista en Baleares en lo que va de año, y las instituciones han querido recordar que el teléfono irrastreable y gratuito de atención a las víctimas de violencia de género es el 016.