Convocan una protesta en S'Arenal contra el “descontrol” de los botellones y las aglomeraciones

La escalada de indignación ante las escenas de macrobotellones y aglomeración registradas en los últimos días en diversas zonas de S’Arenal ha llevado a la convocatoria, este sábado, de una protesta pacífica con el objetivo de reclamar la presencia de más policías locales y guardias civiles y garantizar así el cumplimiento de las medidas sanitarias contra el COVID.

En concreto, la concentración tendrá lugar a las 10.00 horas en la Plaza Major de S'Arenal, frente a las oficinas municipales, con el objetivo de mostrar la repulsa de los ciudadanos ante la falta de respuesta policial a los botellones, que se han convertido en un suceso habitual en S’Arenal desde que Baleares levantó hace dos semanas el toque de queda. De hecho, desde que se suavizaron las restricciones de viaje, a la zona han llegado más 4.000 jóvenes de vacaciones.

Uno de los últimos macrobotellones se produjo en la noche del pasado martes, cuando unos mil jóvenes se congregaron en la zona próxima al polideportivo municipal de S'Arenal. Uno de los vecinos lamenta, en declaraciones a Crónica Balear, que llevan "tres noches seguidas de botellones pero esta última ha sido el colmo de los colmos. Empezaron a las 22.30 y se fueron a las 6.45". "El problema es que no hay un lugar de ocio nocturno para ellos, pero a su vez el botellón está prohibido. He llamado a la Policía Local pero me han dicho que no dan para más. Me ha pedido disculpas", subraya.

El afectado recrimina que la situación está "fuera de control": "Estos jóvenes han venido a pasárselo bien, estamos en Mallorca, playa y discoteca, por la mañana pueden ir a la playa y de ocio pero por la noche se encuentran con las discotecas totalmente cerradas. Entonces ¿qué hacen? Botellón".

"Es un desastre. La música a tope, sin mascarillas, fumando y bebiendo. No sé qué es peor: que las discotecas estén abiertas y al menos están en un recinto controlados y sin molestar a nadie o esto. Llevamos tres días sin dormir y me han insinuado que se van el domingo. Nos quedan cuatro noches más", se lamenta este vecino de S'Arenal.

Y prosigue: "Si somos uno de los destinos turísticos más importantes de Europa y abrimos fronteras, que se abran en condiciones". "Y si el Govern no es capaz de poner los medios, que no deje venir a este tipo de gente, porque quien paga el pato somos los vecinos que estamos sufriendo las consecuencias de este despropósito", concluye.

También el pasado lunes fue noche de macrobotellón en la zona, con casi 2.000 jóvenes participando en el mismo y saltándose las medidas sanitarias contra la COVID.

La calle Pere Maimó fue el centro del mismo, donde se aglomeraron centenares de adolescentes bebiendo, poniendo música y haciendo ruido.

El botellón también se extendió por Son Verí, Cala Blava y los alrededores de la zona. La Policía Local de Llucmajor se vio desbordada ante tal situación, ya que los efectivos no fueron suficientes para vigilar el bullicio de jóvenes que crecía sin parar.

La mayoría son estudiantes hospedados en la Playa de Palma después de terminar los exámenes de selectividad. Una tradición en varios puntos de la Península que, desde hace años, trae a jóvenes en un viaje de fin de curso en busca de playa y fiesta.

Mallorca encabeza los destinos de costas con mayor ocupación desde que los alojamientos turísticos de la isla alcanzaron el 90% de ocupación para el verano. Las cifras dan un respiro a sectores como la restauración y la hostelería, aunque dejan panoramas como el de estos días en Llucmajor.

Mientras tanto, el Ayuntamiento de Llucmajor anunció la puesta en marcha de la campaña de verano de la Policía Local en aras, aseguran desde el Consistorio, a "mantener la tranquilidad y seguridad de los vecinos con todos los medios que tiene a su alcance".

En concreto, la campaña se inició el pasado 6 de junio y desde entonces la Policía Local de Llucmajor ha registrado unos ochenta denuncias en la zona de S'Arenal, derivadas, sobre todo, de la llegada de estudiantes de fin de curso, aunque también varios establecimientos han sido denunciados por ocasionar molestias a los residentes de la zona o no respetar los horarios de cierre que marca la normativa COVID.

"Estamos realizando un esfuerzo enorme y tenemos el máximo número de efectivos posible trabajando, tal y como venimos haciendo cada año durante la temporada turística, intensificando nuestra presencia sobre todo en aquellas zonas como S'Arenal, donde se concentran la mayoría de turistas", asegura el inspector jefe de la Policía Local, Sergi Torrandell,". Torrandell destaca que en algunos casos, incluso, han duplicado el número de efectivos "para garantizar al máximo la seguridad".

También en Palma se han vivido escenas de tensión en la última semana. De hecho, la Policía Local desalojó en la noche del pasado miércoles un concierto multitudinario en la Plaza de Toros. El evento, con el cantante Maikel Delacalle como protagonista principal del festival de reguetón, debía haberse realizado con los asistentes sentados en sillas, sin pista de baile ni gente de pie.

No fue así. Los jóvenes se agolparon en el centro de la plaza, de pie, bailando y sin respetar las medidas de seguridad. En un momento dado, se incumplió la normativa hasta tal punto que se requirió la presencia policial. La Patrulla Verde de la Policía Local, junto a inspectores de Turismo del Govern, irrumpieron en el concierto en la Plaza de Toros para disolverlo. La Policía comenzó a desalojar la zona escalonadamente. La disolución se realizó poco a poco y de forma ordenada para evitar que la gente se amontonara en la salida.

El departamento de Urbanismo del Ayuntamiento de Palma dio luz verde al concierto, ya que la organización presentó un evento que cumplía todas las medidas COVID en Baleares y no era necesario solicitar un informe de la Conselleria de Salud que avalara la decisión del Consistorio.

Sin embargo, las medidas presentadas por los organizadores no se cumplieron después. Más de mil personas se congregaron en la plaza, junto al escenario, sin mascarilla ni distancia de seguridad. Por este motivo, los organizadores del festival han sido sancionados.