Esther Cañadas recuerda sus inicios en la moda: "Fue un poco difícil, pero no me rendí"

EP | 27/09/2020

ESTHER CAÑADAS POSA PARA VOGUE - CEDIDA POR VOGUE

Vogue España presenta su número de octubre de 2020, inspirado en los conceptos de “refugio” y “protección” que habían anticipado las colecciones de las últimas pasarelas de otoño/invierno 2020, con el regreso de Esther Cañadas al mundo de la moda desde su portada.

Han pasado mas de 20 años desde que la supermodelo española apareciera por ultima vez en la primera pagina de la revista. Era el mes de febrero de 1999 cuando protagonizo, junto a Mark Vanderloo, una de las imágenes mas recordadas y admiradas por los lectores. «Para mi es un regalo poder reanudar mi carrera de modelo», declara quien, tras diez años de ausencia de las pasarelas, sorprendió a todos el pasado mes de febrero de 2020 apareciendo en el último desfile de Balmain, y para quien este portada - la cuarta que protagoniza para la cabecera española en toda su carrera- supone la confirmación de su vuelta a la primera línea de la moda.

En la entrevista que acompaña al editorial firmado por el fotógrafo Nico Bustos, Cañadas hace un recorrido por su carrera y confiesa a Vogue España que la decisión que tomó en su momento de alejar su vida de los focos: “fue muy meditada. En aquel momento, a mediados de la primera década del 2000, seguía en la cresta de la ola. Estaba haciendo los mismos desfiles que antes y trabajando con las firmas de siempre. Pero sentía que necesitaba alejarme de esa vida. Hacer cosas para las que nunca había tenido tiempo, como sacarme el carne de conducir. Lo bonito de vivir es poder evolucionar y fluir. Y yo sentía que era el camino que tenia que escoger en ese momento”.

El éxito, que no solo la llevo a copar las portadas de la revistas de moda y a protagonizar campanas de firmas como Donna Karan, Dolce & Gabbana o Yves Saint Laurent, sino que también puso su vida personal bajo el foco mediático, le llego de repente, después de varios anos intentando triunfar en esta profesión. «Por aquel entonces estaban de moda las modelos andróginas. Así que me fue un poco difícil arrancar. Me decían que no pegaba. Pero yo no me rendí». Su casi metro ochenta, y la belleza de sus facciones singulares (de pequeña, en clase, le llamaban la alemana), le ayudaron a entrar en un grupo, el de las supermodelos, al que por edad no pertenecía, pero en el que se movió como pez en el agua. A los pocos días de aterrizar en Nueva York por primera vez, cerraba un contrato millonario con Donna Karan y protagonizaba una de las muchas campanas que desde entonces haría para la diseñadora norteamericana.

Allí conoció a un fotógrafo que marcó su carrera, Peter Lindbergh, y a Mark Vanderloo, considerado el primer supermodelo de la historia. Aquel mismo día empezaron su noviazgo, como la propia Esther desvelo meses después en el programa televisivo de Jay Leno. Cuatro anos después pasaron a ser marido y mujer, aunque el matrimonio duro 16 meses. «Aquel capitulo de mi vida entra en la categoría de todas esas cosas irreales que me han pasado. Que me parece como si las hubiera vivido otra persona. Mark es alguien maravilloso y le deseo siempre lo mejor. Aquellos fueron unos anos muy especiales», afirma.

Su posterior retirada de las pasarelas, junto con el celo con el que protege desde entonces su vida privada, no han hecho mas que alimentar el halo de misterio que siempre la ha rodeado. Después de un segundo matrimonio, esta vez con el piloto de motos español Sete Gibernau, y una enfermedad inmunológica que la llevo a tomar una fuerte medicación durante mas de cinco anos, Cañadas desapareció completamente de la vida publica. Durante este retiro, espiritual y físico, llego en 2014 el nacimiento de su única hija.

Para proteger la intimidad de ambas, decidió mudarse a México, donde ha vivido desde entonces. «He intentado mantener lo máximo posible la privacidad tanto de mis seres queridos como de mi hija. Que pudiera crecer y tener una infancia libre y natural», reflexiona. «México ha sido maravilloso para sus primeros anos de vida. Mi hija ha podido crecer en la naturaleza. Pero ahora que es mas mayor creo que Europa es un lugar todavía mejor. Perfecto para que empiece el colegio». Hoy, a sus 43 años, afirma estar ilusionada con su regreso: “Estoy muy feliz por esta portada. Me hace mucha ilusión».

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