El as en la manga que guarda Nacho Palau en su juicio contra Miguel Bosé
EP | 03/09/2020
Miguel Bosé está atravesando por uno de sus peores momentos. Sus controvertidas opiniones acerca del coronavirus y su alegato en contra del uso de mascarillas y de las vacunas para combatir la pandemia, le han granjeado muchas críticas y han derivado en el cierre de sus redes sociales. Y es que tanto Facebook, como Instagram y Twitter han eliminado la cuenta oficial del cantante por difundir informaciones falsas.
Sin embargo, ese no es el mayor de sus problemas. En sus últimas apariciones públicas hemos visto a un Bosé desmejorado, y no lo decimos sólo por su evidente aumento de peso. Su voz, medio afónica, y sus ojos, con un brillo extraño, han hecho saltar las alarmas acerca de si está bien o si, por el contrario, necesita ayuda.
Según fuentes cercanas, el cantante está muy preocupado ante la cercanía de su juicio con Nacho Palau por la filiación de sus hijos. Será finalmente en octubre cuando el juez decida si los pequeños son hijos de los dos y - pese a que biológicamente sólo Diego y Tadeo son hijos de Miguel mientras que Ivo y Telmo son hijos del escultor valenciano - como tal deben crecer. Y es que hasta ahora, los niños han vivido separados y sólo se ven cuando los hijos del cantante viajan a España.
Nacho, que lucha para que los cuatro pequeños sean reconocidos como hijos de ambos, puesto que fue durante su relación de 26 años cuando el valenciano y Bosé decidieron tenerlos juntos como una familia, podría guardar un as en la manga de cara al juicio.
Y es que según ha asegurado Marisa Martín Blázquez, Palau se está planteando ampliar la demanda para ver si los niños están siendo criados respecto a toda la normativa del Covid. Los abogados del escultor estarían estudiando la fórmula más adecuada judicialmente e incluso podrían pedir al juez una prueba psiquiátrica del cantante, puesto que preocupan sus últimas manifestaciones en redes sociales. Nacho, muy preocupado por sus hijos, habría tomado esta dolorosa decisión que, imaginamos, habrá afectado profundamente a Miguel Bosé.