Se retoma en Palma el juicio contra el acusado de acosar a su expareja que acabó suicidándose

La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Baleares continuará el próximo viernes a las 10:30 horas con el juicio contra un hombre acusado de acosar a su expareja, quien lamentablemente se suicidó.

Los hechos juzgados ocurrieron en los años 2014 y 2015. Según el escrito de acusación, la relación entre ambos había terminado en septiembre de 2013, pero el acusado no aceptó la ruptura. A pesar de que la mujer expresó su deseo de no tener contacto con él, el individuo insistía en encontrarse con ella.

Entre la ruptura de la relación y marzo de 2014, el acusado envió a la víctima cientos de mensajes y correos electrónicos con expresiones despreciativas e intimidatorias, según la fiscalía.

El hombre fue encarcelado por estos hechos, pero después de su liberación en diciembre de 2014, la mujer se mudó a Ibiza.

Después de salir de prisión, el acusado continuó enviando a la mujer al menos una docena de paquetes postales, a menudo con objetos sexuales y elementos que pretendían ser románticos o amorosos, según el escrito de acusación.

Al mismo tiempo, en las redes sociales, publicaba fotos de acuarelas pintadas por la mujer, las cuales ella vendía en línea, acompañadas de comentarios despectivos. También continuó realizando llamadas telefónicas y mensajes amenazantes.

Como resultado de estos comportamientos, la mujer sufrió trastornos de ansiedad y depresión que desencadenaron en su suicidio en julio de 2015.

En la primera sesión del juicio, el acusado negó los hechos y defendió su inocencia, atribuyendo lo sucedido a una denuncia previa que él presentó contra la víctima ante la oficina de empleo.

También declararon como testigos la hija de la fallecida, quien afirmó que su madre era "una mujer totalmente sana". Sin embargo, después de la ruptura con el acusado, la hija notó que su madre tenía "miedo" y estaba "un poco asustada" debido al acoso del hombre.

"Con el paso del tiempo después de la ruptura, el miedo fue aumentando, y ella consideró presentar denuncias y tomar medidas porque él no aceptaba la separación", declaró al Tribunal.

Además, la hija aseguró que el teléfono de su madre "no dejaba de sonar" con llamadas de un número muy largo. Cuando se dio cuenta del "deterioro emocional" de su madre y de su insistencia en que el acusado la estaba molestando, acudieron a la unidad de ayuda a la mujer de la Policía.

El compañero de piso de la víctima también declaró, describiendo a la mujer como "una mujer con miedo, muy triste y angustiada". Añadió que la única vez que la vio más comunicativa fue el día o los días previos a su fallecimiento.

Durante el juicio, una amiga de la víctima recordó que la mujer le confesó que "estaba asustada, deprimida, que había presentado denuncias y sentía que no le hacían caso" debido al comportamiento del hombre.

Una de las profesionales que trató a la fallecida explicó que "el Juzgado de Violencia solicitó rápidamente un informe" del caso.

En la Sala, recordó la situación de acoso por parte de la expareja, a pesar de la orden de alejamiento que tenía. La profesional consideró que la víctima necesitaba "más ayuda" a pesar de sentirse "muy acogida" durante el tratamiento. Relató que en abril hubo un intento autolítico "que causó mucha preocupación" y que finalmente la mujer puso fin a su vida en julio.