La Fiscalía mantiene la petición de 28 años de cárcel para el acusado de abusos sexuales a su hijastra en Mallorca

Redacción | 05/11/2020

La Fiscalía ha mantenido este jueves la petición de una condena de 28 años de prisión para el hombre acusado de abusos sexuales continuados a la hija de su pareja cuando era menor de edad, empleando para ello violencia y amenazas.

Al terminar el juicio que se ha celebrado entre este miércoles y jueves en la Audiencia Provincial, la Fiscalía ha sostenido la acusación dando total credibilidad al testimonio de la menor, quien mantuvo en su declaración que su padrastro le forzaba a ver pornografía, la sometía a tocamientos y que en una ocasión llegó a penetrarla.

La joven aseguró este miércoles ante los magistrados que su padrastro quería que ella "perdiera la virginidad con él". Los hechos se sitúan entre 2010 y 2011 en Mallorca.

La Fiscalía ha considerado justificado que la víctima tardase años en denunciar los hechos, y que en una ocasión lo contara y después se retractara, debido a que "el vínculo familiar es muy difícil de romper en un menor".

La víctima contó en su instituto que su padrastro abusaba de ella, pero después afirmó que se lo había inventado. En el juicio, la joven -que ya es mayor de edad- dijo que se retractó porque su padrastro le prometió "que pararía" si decía que había mentido.

Por otro lado, la Fiscalía ha valorado que la víctima contó los hechos a distintas personas "con diferente amplitud en el relato, pero sin incurrir en contradicción".

INDEMNIZACIÓN DE 50.000 EUROS

Por su parte, la acusación particular ha mantenido también su petición de cárcel y la solicitud de una indemnización de 50.000 euros en favor de la víctima. El letrado ha destacado que la menor contó estos hechos y "siguió adelante" con la denuncia a pesar de que implicase "perder su entorno familiar y una situación cómoda". "No obtuvo con ello ningún beneficio, sino que al contrario, sale perjudicada", ha argumentado.

Finalmente, la defensa ha solicitado la absolución entendiendo que no hay pruebas que permitan enervar la presunción de inocencia, sino solamente "meras elucubraciones y referencias". El abogado defensor ha calificado de "paupérrima" la declaración de la menor, y ha recordado que los testigos son personas del colegio "que sólo han oído y sabido a partir de meras referencias" de lo que contaba la menor.

El abogado ha resaltado que la víctima "se retractó" de los hechos que había contado en el colegio, y "ahora lo vende como una coacción por parte del padre". También ha considerado "llamativo" que su propia madre no le crea y que "jamás viera golpes ni moratones, ni a la niña salir de la habitación llorando".

LA PSICÓLOGA DEL IMAS DA CREDIBILIDAD A LA MENOR

En la sesión de este jueves ha comparecido una técnico de la Unidad de Valoración de Abuso Sexual Infantil del Instituto Mallorquín de Asuntos Sociales (IMAS).

La psicóloga elaboró un informe en el que daba total credibilidad al testimonio de la menor. En el juicio se ha ratificado en sus conclusiones. "Relata un testimonio creíble, sin lugar a dudas", ha declarado.

La experta ha indicado que la retractación de la niña años antes de que el caso llegase al IMAS "es un fenómeno estudiado" y parte de un proceso "normal" en este tipo de casos. "Es algo que se da sobre todo en entornos que no han sido protectores. La niña se sobreadapta a esa situación, valora en ese momento que las consecuencias son peores y se retracta", ha explicado.

La técnico también ha indicado que "no es una niña que magnifique, exagere o quiera dañar" y que aportó "detalles significativos que son de una experiencia vivida y no aprendida".

EL ACUSADO: "MANTENGO MI INOCENCIA"

En los últimos minutos de la vista, el acusado ha hecho uso de su derecho a la última palabra para mantener que ha "dicho toda la verdad" y que no tiene "ningún motivo para hacer cosas de estas".

"Mantengo mi inocencia", ha sostenido, momentos antes de que el presidente del Tribunal declarase el juicio visto para sentencia.

AMENAZAS CON PALIZAS

La Fiscalía sostiene que el hombre aprovechaba las ocasiones en las que se quedaba a solas con la menor en una de las habitaciones, obligaba a la menor a realizarle prácticas sexuales, cogiéndola con fuerza y amenazando con darle una paliza si no lo hacía.

También le acusa de haber sometido a tocamientos a la menor y de forzarla a mantener relaciones sexuales completas. Como consecuencia de esto, la menor ha precisado tratamiento psicológico.

La Fiscalía pide también una medida de libertad vigilada durante siete años y una orden de alejamiento durante cinco años, así como una indemnización de 30.000 euros para la víctima por los daños sufridos.

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