Dos años de cárcel para el patrón de una patera que llegó a Cabrera
EP | 15/11/2022
La Audiencia Provincial de Baleares ha condenado a dos años de cárcel a un hombre por patronear una patera con 17 personas a bordo desde Argelia hasta Cabrera el pasado mes de julio.
Se trata de la segunda condena sin conformidad impuesta por la Audiencia Provincial en un caso de pilotaje de pateras. En otros casos se han dictado absoluciones y también ha habido condenas por conformidad de los procesados.
En el juicio el hombre reconoció haber conducido la patera durante dos horas, pero negó ser el organizador del viaje, asegurando ser un pasajero más. "No he sido yo, no he hecho nada", declaró.
La Audiencia no ha dado credibilidad a esa versión y ha condenado al hombre por conducir la patera de Argelia a España, si bien no considera acreditado que forme parte de una mafia de inmigración ilegal.
Sin embargo, sí considera que el acusado había sido designado para dirigir la travesía a cambio de una compensación económica, y que dio instrucciones durante el trayecto para hacer descansos y repartir "las reducidas reservas de agua y víveres" que llevaban.
La patera, una embarcación con casco de PVC de unos cinco metros de eslora y un único motor fueraborda de 40 caballos, fue interceptada el 11 de julio sobre las 1.40 horas a unas millas de Cabrera.
La travesía se realizó desde la provincia de Bumerdés y duró aproximadamente 24 horas. El viaje fue preparado por un grupo de personas que cobraron a cada ocupante una cantidad aproximada de entre 1.000 y 2.000 euros en dinares argelinos.
La sentencia resalta la precariedad de la embarcación, que sobrepasaba en exceso su capacidad, sin medidas de seguridad para la mayoría de pasajeros --un testigo dio a entender que viajar con chaleco salvavidas suponía un coste extra en el billete-- y sin más auxilio para la navegación que un GPS.
La embarcación fue detectada por el Servicio Marítimo de la Guardia Civil y Salvamento Marítimo trasladó a los migrantes a tierra. Entre los pasajeros había dos menores.
Entre las pruebas de la investigación constaban vídeos en los que el acusado aparece con una mano en el timón y otra utilizando un teléfono móvil --con una aplicación GPS para orientarse, como él mismo ha admitido--, pero él lo justificó señalando que cogió los mandos porque era su "turno".
PRUEBA PRECONSTITUIDA
La Audiencia considera demostrado que el acusado era quien patroneaba la embarcación en todo momento, en base a la declaración testifical de tres pasajeros yemeníes, practicada como prueba preconstituida ante el Juez de Instrucción. Esta prueba ha sido clave para determinar la condena en este caso.
En el juicio, la Policía explicó que si en una patera viajan personas de otros países, suelen centrarse en ellos para conseguir testimonios porque los argelinos tienen miedo porque las mafias saben dónde vive su familia, y no suelen prestarse a colaborar.
En este caso, los yemeníes no comparecieron en el juicio aunque se les había citado y en el momento de celebrarlo se encontraban ya en paradero desconocido.
La defensa, que ha ejercido el letrado Luis Fernando Paguaga, se opuso a admitir esta prueba pero el Tribunal consideró que se cumplían todos los requisitos para la introducción por lectura de la testifical practicada en la fase de investigación.
Los magistrados también descartan que los testigos recibieran un trato de favor de la Policía a cambio de su testimonio, al no constar que fueran expulsados del país. Los agentes explicaron que no se podía ejecutar la devolución por estar en guerra el país de origen y porque Argelia no las acepta.
LAS MAFIAS ARGELINAS ATRAEN A MÁS PERSONAS DE OTROS PAÍSES
En el juicio, los funcionarios de la Unidad Central de Redes de Inmigración Ilegal y Falsedades Documentales (UCRIF) de la Policía Nacional constataron que en los últimos meses las mafias argelinas de inmigración ilegal están atrayendo, cada vez más, a personas de otros países de África como Mali, Libia o Siria.
"Mayoritariamente los migrantes son argelinos, pero desde hace un tiempo estas redes están siendo utilizadas por personas de otros países, que hace año y medio no lo hacían", explicó un inspector.
La Policía Nacional considera que existe una ruta de inmigración ilegal ya consolidada entre Argelia y Baleares. Tras desembarcar, el destino final suele ser otro lugar, habitualmente Francia.
Los agentes incidieron en la peligrosidad de la travesía. Según la información recabada, sólo dos personas de la patera llevaban chaleco, a pesar de que dos de los testigos dijeron que no sabían nadar.
Además, en estos viajes se suelen llevar pocas provisiones porque en el centro de la embarcación se colocan, ocupando mucho espacio, los bidones de gasolina.
Un agente advirtió que a menudo los migrantes realizan una práctica peligrosa, al repostar con el motor aún en marcha: "Uno sujeta la lata, otro el embudo y la goma".
También es cada vez más común que las pateras lleven bengalas para indicar su posición cuando se acercan los servicios de salvamento, pese al riesgo de combustión por la gasolina que transportan.