Desmantelado un punto de venta de droga en Son Banya

La Policía Nacional en Palma detuvo este jueves a dos hombres, uno de origen paraguayo de 21 años y otro de origen español de 47 años, como presuntos autores de un delito de tráfico de drogas, consiguiendo desmantelar un punto de venta de droga en el poblado de Son Banya. Los hechos se produjeron el jueves a mediodía, cuando agentes del Grupo II de Estupefacientes de la unidad contra la Delincuencia y Crimen Organizado (UDYCO) de la Policía Nacional observaron a un hombre que se encontraba regando la parte delantera de una construcción.

Al verlo se acercaron para identificarlo por si era un encargado de avisar de la presencia policial, lo que se conoce en argot policial como "aguador", según ha informado la Jefatura Superior de Policía en un comunicado. En ese momento apareció un hombre conduciendo un ciclomotor que aparcó en la puerta de la construcción, entró, y salió poco después con un envoltorio en la mano que abrió y esnifó antes de marcharse.

Al acercarse uno de los agentes a la puerta vio a un hombre y sobre la mesa gran cantidad de cocaína, marihuana y dinero en efectivo, así como útiles para la venta de la droga. El agente se identificó como policía y detuvo al hombre.

Instantes después apareció de nuevo el hombre que conducía el ciclomotor quien se acercó a un agente que permanecía vigilando en la puerta de la construcción y le entregó una bolsa con pequeñas libretas con anotaciones, como las que se suelen encontrar en los puntos de venta de droga, así como 60 bolsas de conservación con cierre de seguridad idénticas a las utilizadas para dosificar la cocaína.

El motorista le dijo al agente que le entregara la bolsa al "chaval" de dentro. En ese momento se identificó también como policía y lo detuvo. Después de las detenciones de los dos hombres como presuntos autores de un delito de tráfico de drogas, se empezaron a concentrar gran cantidad de personas que se arremolinaron alrededor del punto de venta, por lo que interviniendo agentes de la UPR para garantizar la seguridad y evitar incidentes.

En la construcción se intervinieron más de 500 gramos de cocaína, cerca de 250 gramos de hachís, marihuana y cuatro cajas de un medicamento, así como más de 4.000 euros en efectivo.