Batalla campal en un partido de fútbol en Campos

El partido de ayer entre el Campos y el Penya Arrabal acabó en una batalla campal. A raíz de la provocación de uno de los jugadores del Penya Arrabal al celebrar un gol, afición y jugadores del otro equipo saltaron al campo y se enzarzaron en una pelea multitudinaria, con puñetazos y patadas. Varias personas resultaron heridas.

El partido, de la categoría Preferente, entre el Campos y el Penya Arrabal tuvo lugar ayer por la tarde en Campos. Durante todo el partido se pudo notar la tensión entre ambos equipos. Varios jugadores fueron amonestados por encararse con sus rivales.

La pelea empezó cuando en el minuto 90 del partido, y tras un gol de penalti del Penya Arrabal, uno de sus jugadores se encaró con la grada "levantando los brazos en señal de provocación y llévandose las manos a sus genitales", según recoge el acta del partido.

A raíz de esto, jugadores del Campos y gente del público saltaron al terreno de juego y se enzarzaron en una pelea multitudinaria. La batalla se resolvió con varios heridos y se tuvo que dar por finalizado el partido, ante semejante descontrol.

Las autoridades del partido no han podido identificar qué jugadores pegaron y quiénes fueron golpeados, "debido a la gran cantidad de gente en el terreno de juego".

En un comunicado, emitido esta tarde, el club Penya Arrabal asegura que fueron aficionados y jugadores del CE Campos quienes les agredieron. Aún así, no descartan "sancionar a los jugadores o padres que hayan podido actuar de forma violenta o provocadora". Además, destacan que el acta del partido "se limita a dar una versión que no concuerda en absoluto con las imágenes".

BATALLA CAMPAL EN ALARÓ

En marzo de 2017 el fútbol mallorquín vivió otra batalla campal en medio de un partido de fútbol de infantiles. En esa ocasión la pelea se originó entre dos padres de dos jugadores y derivó en persecuciones, puñetazos y amenazas. Los hechos adquirieron relevancia nacional. Alaró acabó retirando de la competición al equipo infantil y el Consejo Superior de Deportes condenó tajantemente la pelea.

Este tipo de agresiones pueden conllevar penas de hasta 3 años de prisión.