¿Qué pasaría si no cambiásemos la hora en todo el año?
El próximo 27 de octubre, pasamos de horario de verano a horario de invierno pero ¿y si nos quedáramos siempre con uno de los dos?
Penélope O. Álvarez | 23/10/2024
En España, el cambio de hora se implementa por la optimización de uso de luz natural, la reducción de la demanda eléctrica, el menor riesgo de accidentes, el fomento de actividades al aire libre y la mejor calidad de vida, además va en coherencia con el resto de países de la Unión Europea. Ahora, se acerca el cambio de hora del horario de verano al del invierno, que ocurrirá durante la noche del 26 al 27 de octubre, cuando ganaremos una hora de sueño porque a las 3 son las 2, pero perderemos una de luz.
Para empezar, lo cierto es que España ni siquiera debería estar ubicada en el huso horario UTC/GMT +02:00 (en verano), puesto que su posición geográfica está más bien alineada con Reino Unido, Irlanda, Portugal y ciertos países de África UTC/GMT +01:00 (en verano). La razón de este cambio es que Franco quería establecer lazos con Alemania, por lo que modificó el huso para estar alineado con el país en el que gobernaba Hitler y así mostrar su apoyo a los nazis.
A pesar de que el cambio de hora comenzó a implementarse en España en 1918, ni entre los años 1920 y 1925 ni entre 1930 y 1936 se produjo el cambio de hora. De hecho, durante la guerra civil, cada bando tenía un huso distinto. Es decir, que durante ese periodo en que ni se cambiaba la hora ni se había modificado aún el huso horario, España vivía en el horario de Greenwich (GMT, UTC+0): amanecía entre las 8:00 y las 9:00 horas en invierno y entre las 5:30 y las 7:00 horas en verano, y anochecía a las 21:00/22:00 en verano y a las 17:00/18:00 horas en invierno.
¿QUÉ PASARÍA SI NO CAMBIÁSEMOS LA HORA?
Si en España no se cambiara la hora y se mantuviera el horario de invierno (UTC +1) durante todo el año, en invierno amanecería a las 8:00 y anochecería a las 18:00, dejándonos 10 horas de luz, y en verano saldría el sol a las 7:30 y se pondría a las 21:30, con 14 horas de luz.
Si, al contrario, se mantuviera el horario de verano (UTC +2), amanecería a las 8:00 y anochecería a las 19:00 en invierno, es decir, habría 11 horas de luz, y en verano saldría el sol a las 6:30 y se pondría a las 22:30, dejándonos, aproximadamente, 14 horas de luz.
Realmente no hay tanta diferencia entre uno y otro, pero el horario de verano permanente se adaptaría más al tardío estilo de vida español. Eso sí, si no se cambiara la hora y se mantuviera la estándar (que es la de inverno), esto es lo que ocurriría:
- La falta de luz solar por las mañanas y las tardes podría afectar los ritmos circadianos de las personas.
- Las empresas y los trabajos tendrían que ajustar sus horarios para adaptarse a las horas de luz.
- La falta de cambio de hora podría resultar en un aumento en el consumo de energía.
- En verano anochecería más temprano y se verían afectadas las actividades al aire libre.
- Las personas tendrían que ajustar sus rutinas diarias.
- La falta de un cambio horario podría afectar de manera diferente a las distintas regiones, creando desigualdades en el aprovechamiento de la luz solar en lugares como Galicia y Baleares.
- Los horarios de las comidas y las actividades tardías podrían verse afectadas por la falta de luz, cambiando la dinámica social y cultural.
Y si se mantuviera el horario de verano:
- Atardecería más tarde, especialmente en verano.
- Las personas tendrían más tiempo disponible después del trabajo o la escuela para actividades de ocio.
- La mayor exposición a la luz solar en las tardes podría tener efectos positivos en la salud.
- La falta de luz por las mañanas podría afectar los ritmos circadianos de las personas.
- Las rutinas diarias, como los horarios de las comidas y el trabajo, podrían cambiar para adaptarse a las nuevas horas de luz.
- Las horas de inicio de las clases también podrían necesitar ajustes para no salir de casa de noche.
- Con más luz natural en las tardes, aumentaría el turismo, especialmente en los meses de verano.
- A largo plazo, podría haber una reducción en el consumo de energía eléctrica durante las horas de luz.
- Eso sí, mantener este horario, al igual que ocurriría con la otra opción, crearía desigualdades en el aprovechamiento de la luz solar en lugares como Galicia y Baleares.
En conclusión, a pesar de que mantener el horario de verano permanentemente podría ser beneficioso en términos de bienestar social y mental, hay que tener en cuenta las prioridades de la sociedad, como la salud pública, la economía y la calidad de vida, por lo que lo ideal sería hacer estudios e investigaciones y preguntar a la población española qué prefiere.