Convocan para el 7 de mayo en Barcelona un acto contra cruceros

Representantes de organizaciones que defienden limitar el turismo de crucero en el Mediterráneo han acordado desarrollar una acción conjunta, el próximo 7 de mayo en la capital catalana, para reclamar un cambio de política en ese ámbito.

En la reunión de este pasado sábado han participado representantes de las organizaciones "No Grandi Navi Venezia", "Stop Crossiers Marseille", "Comissió ciutat port València", "Plataforma contra els mega creuers Mallorca" y "Stop Creuers" de Barcelona y Tarragona.

Esta reunión ha coincidido con la estancia este fin de semana de unos quince cruceros en el puerto de Barcelona, barcos que transportan unos 47.000 turistas.

Los asistentes han suscrito una declaración en la que señalan que "las personas y el planeta están antes que el beneficio privado" y que es preciso "parar los cruceros en el Mediterráneo".

"El auge de turismo de cruceros en el Mediterráneo -señala el comunicado- coincide con la manifestación evidente de una crisis múltiple: climática, energética, de recursos, y de biodiversidad. No podemos aislar dicha crisis del modelo económico que posibilita, legitima y propugna el turismo de cruceros".

El escrito recuerda que los cruceros son "el transporte más contaminante por persona y kilómetro" y generan "una inmensa cantidad de residuos" tanto en el mar como en tierra "utilizando los combustibles fósiles más perjudiciales para la salud de las personas".

A ello se suma, se indica en el texto, "los impactos en forma de 'turistización' intensiva en los territorios, masificación de los espacios públicos", lo que contribuye a la generación de "una espiral de crecimiento incansable de la industria que goza de muchos privilegios", como la financiación pública o construcción de infraestructuras para cruceros cada vez más grandes.

Los firmantes denuncian también "el abuso laboral" de los trabajadores de esos barcos y la "opacidad" con que funciona ese subsector turístico, por lo que reclaman "acciones políticas que tiendan a suprimir la actividad crucerística" y la búsqueda de alternativas.

También solicitan que entre en vigor antes de 2025 las áreas de control de emisiones de los barcos en el Mediterráneo, sobre todo del azufre y el nitrógeno, sin uso del sistema "scrubber", un sistema que permite a los barcos depurar sus emisiones, pero que en ocasiones propicia que el agua que se emplea en el mismo se lance al mar una vez la nave está fuera de puerto.