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Armengol ‘on the rocks’

Saltaba la noticia de que el pasado 6 de octubre, día laborable, la presidenta de Baleares, Francina Armengol, había sido pillada a las 2 de la mañana en un bar de Palma en plenas restricciones en la lucha contra la Covid-19.

Tras el silencio a la información, se ha pasado a que todos al unísono, incluido el dueño del bar, hayan realizado un guion típico de serie B para buscar las excusas más plausibles de cara a los ciudadanos de Baleares y de toda España. Creíbles o no, las han dicho.

Presidencia habla de “asunto partidista” por parte del Partido Popular Balear. Nada de esto se hubiera sabido si no llega a ser por el comentario del líder popular Biel Company, ya que los miembros de la Policía Local, por orden superior, tenían terminantemente prohibido filtrar cualquier tipo de información sobre este caso. Así que, de nuevo, al silencio. Algo que comienza a ser muy típico en el mundo de la política en casos bochornosos para aquellos que dicen ser representantes de los ciudadanos. Un silencio servido ‘on the rocks’ que deja algunos cabos sueltos de lo que ocurrió ese día. Preguntas y dudas que, como ya es costumbre, no tendrán respuesta o una contestación clara.

Este mutismo contradice a cuando, en 2017, Francina Armengol presumía de transparencia por parte del Govern balear. Tanto fue así que en 2019 la presidenta fue considerada como la cuarta presidenta autonómica con peor índice de transparencia. Y parece que el 2020 lleva el mismo camino.

El intento por hacer callar u ocultar esta información no la deja en buen lugar. Si, además, esto ocurre durante el transcurso de una pandemia en la que Armengol ha pedido a la ciudadanía balear que haga más sacrificios y ha negado que su gestión de la pandemia sea "una fiesta del gasto", tampoco ayuda mucho a su imagen y más si ella misma es quien incumple sus propias restricciones.

Con este acto, la presidenta de Baleares lo único que provoca es más confusión, más ganas de salir de fiesta y de reunirse donde sea por parte de la población. Algo que no gusta al Govern pero, ya se sabe, "cada uno en su vida privada tiene derecho a hacer lo que considere" según comentario de la consellera de Salut, Patricia Gómez sobre lo que hace o deje de hacer la presidenta.

Si tras esta salida nocturna, Francina Armengol quiere volver a ostentar el título de presidenta transparente, algo muy complicado por lo que ya tiene a sus espaldas, debería entonar el ‘mea culpa’ por lo ocurrido y comunicar públicamente que se equivocó, aunque ya estemos más que acostumbrados a escuchar esta frase.

Junto al director de Comunicación que, probablemente, ya tiene bastante con la cada vez más común ansiedad laboral, debería hacer lo posible para que su imagen sea la de una presidenta que se preocupa por todos los habitantes de les Illes Balears y no la que está más pendiente de sí, paseando, se encuentra un bar abierto para tomar algo de madrugada. Ya habrá tiempo para celebraciones y fiestas cuando todo esto se calme.

Y, que nadie lo dude. Cuando todo esto pase, lo celebraremos todos sin restricción alguna.

Antonio Pérez Pérez
Periodista
Miembro FAPE: 33.534
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