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El espectáculo está servido

Nuestra estructura autonómica, con los Consells Insulares y el encaje de una ciudad que llega a la mitad de población de toda la Comunidad, han hecho que la presidenta de la Comunidad Autónoma haya ido actuando de tal manera, que la ha llevado a sentirse alcaldesa de Palma. Algo que no extraña a nadie a estas alturas.

Nuestro alcalde, a modo del clown que hace los chistes, va al son de la música que marca ‘Sa Madona’. A golpe de no dar lo que corresponde a la parte más importante de la comunidad demográficamente, no han hecho más que transformar Palma en un área de servicios para toda la comunidad y Mallorca. Eso sí, procurando, con el hecho del volumen poblacional, sacar todo el dinero posible. Dejan una ciudad que se va degradando y que, sumada la pandemia, va a acabar en un lugar donde los barrios deprimidos van a acaparar toda su extensión.

Estamos en una ciudad donde muchas personas intentan mejorar su situación de vida. Estos esfuerzos no se corresponden con el trabajo de los partidos gobernantes, coincidentes con los de la Comunidad Autónoma. Aunque habían predicado lo contrario, esto ha provocado un efecto opuesto y perverso sobre la ciudad, y ya casi en el sexto año de gobierno expone sus nefastos efectos de manera inequívoca.

Ni Plan General de Ordenación Urbana, ni depuradora, ni solución al problema urbanístico de Llevant y la façana marítima. Y sin saber gastar fondos europeos de inversión en el Pla de Ponent, que van a perder finalmente. Y no hablemos de la movilidad y el transporte público en Palma, que merece un capítulo aparte con el de seguridad.

Y la ‘alcaldesa’ Armengol, ni mueve un dedo, improvisando, en el fango del desastre advertido desde principios de año. Es incapaz de llevar a cabo iniciativas que no sean esperar las consignas de Sánchez, y que nos llevará indefectiblemente al desastre sanitario y económico este otoño.

¿Han pensado ustedes que a medida que van prohibiendo y con los pocos medios para controlar sus acuerdos, van abriendo espitas de ilegalidad constantemente? Lo han hecho con el trabajo, ¿cuántos talleres en cocheras en barrios de Palma, de carpintería metálica, montaje de muebles, lacados, y muchas otras actividades hay y se mueven con furgonetas al margen de cualquier control laboral y económico? Por supuesto, vamos también hacia el crecimiento de una economía sumergida y no son capaces de controlarlo. Entre unos y otros dejaron caer a la Administración en toda clase de necesidades a cambio de colocar partidarios. O quizás ya les parezca un mal menor, vayan ustedes a saber.

Sr. Hila: De su capacidad de “persuasión” con la ciudadanía nada ya que hablar, ¿qué nos contará ahora? Ahí están los efectos, repuntes importantísimos que sufrimos de la pandemia, que nos hacen liderar contagios a nivel nacional, en puertas de la vuelta al colegio de nuestros hijos. Siga en silencio Sr. Hila, ya le dirá la Sra. Armengol, cuando se aclare, qué hacer con la ciudad de Palma. Menos mal que siempre quedará quienes intenten mantener sus negocios legales y paguen impuestos, a pesar de ustedes.

Usted, Sr. Hila, va a ser el capitán del Titanic, imprudente y negligente, pero nosotros no estamos dispuestos a ser su orquesta. ¿Qué presupuestos va a ofrecer a nuestra ciudad este otoño? ¿Ya lo ha hablado con Armengol? Qué lástima quienes creyeron en ustedes.

Su barrio, que tanto menciona en sus campañas, Son Gotleu. ¿Se acuerda? Sr. Noguera, su barrio del alma, Pere Garau. ¿Saben lo que ocurre ahí? Se lo digo yo, que lideran la emergencia sanitaria muy por encima del resto de la ciudad. ¿Qué están haciendo? Consulten a Armengol a ver qué ha decidido.



Josep Ll. Bauzá

Regidor de C’s al Ajuntament de Palma

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