¿Qué indican realmente los cuatro intermitentes? Cuándo y cómo utilizarlos
Las luces de emergencia se utilizan demasiado, por eso te explicamos cuándo debes utilizarlas y cómo
Penélope O. Álvarez | 02/10/2024
Tanto por la mañana como a la salida de colegios o trabajos, hay una escena que se repite día tras día: los atascos. Ante esta situación, muchos conductores activan automáticamente las luces de emergencia, también conocidas como ‘warnings’, para alertar a los vehículos que se aproximan de la retención o de la falta de movimiento. Sin embargo, surge la pregunta: ¿es este comportamiento adecuado según las normativas del Código de Circulación?
El Código de Circulación, en su artículo 109, establece de manera clara cómo deben emplearse las señales ópticas en el tráfico. El primer apartado detalla que los conductores deben advertir, mediante señales luminosas, cualquier maniobra que implique un movimiento lateral o hacia atrás de su vehículo, así como su intención de detenerse o reducir su velocidad de forma considerable. Estas advertencias deben realizarse con suficiente antelación, para garantizar que otros conductores tengan tiempo de reaccionar.
En el mismo apartado, se menciona que las señales luminosas (como las luces de emergencia) deben permanecer encendidas hasta que la maniobra o la detención se haya completado por completo, lo que parece contradecir el uso común de los ‘warnings’ cuando el vehículo aún está en desaceleración. Este detalle es crucial porque implica que el uso de las luces de emergencia no debería limitarse a cuando se está reduciendo la velocidad, sino exclusivamente cuando el vehículo ha quedado inmovilizado.
El segundo apartado del artículo 109 introduce una aclaración aún más relevante para el caso de los atascos. En su inciso ‘c’, se establece que los conductores deben advertir su intención de detenerse o reducir significativamente la velocidad, incluso si esta detención es causada por las condiciones del tráfico, mediante el uso repetido de las luces de freno o bien moviendo el brazo de arriba a abajo con movimientos cortos y rápidos, siempre que sea posible.
Aquí se presenta una discrepancia importante. Aunque la norma lo especifica, en la práctica es poco común que los conductores pongan en práctica este requerimiento. Durante un atasco, sacar el brazo por la ventana y hacer movimientos manuales resulta incómodo y, a veces, peligroso. Además, activar las luces de freno de forma reiterada requiere un nivel de concentración adicional, lo que muchos consideran innecesario cuando se está parado o avanzando lentamente.
¿CÓMO SE DEBEN USAR REALMENTE LOS CUATRO INTERMITENTES?
El Código de Circulación también contempla una situación más específica: si la inmovilización del vehículo ocurre en lugares con baja visibilidad, como autopistas o autovías, o en circunstancias que reduzcan significativamente la visibilidad (por ejemplo, condiciones meteorológicas adversas como niebla), el uso de las luces de emergencia se vuelve obligatorio. En este caso, la señalización con ‘warnings’ es vital para advertir a otros conductores de la presencia de un vehículo detenido en un lugar peligroso, lo que podría prevenir accidentes. En estos contextos, el uso de las luces de posición también puede ser necesario para complementar la visibilidad del vehículo.
De manera general, la normativa establece que las luces de emergencia deben ser encendidas cuando el vehículo ya está completamente detenido en estas circunstancias peligrosas, y no durante la desaceleración o reducción de velocidad. Es decir, el uso de los cuatro intermitentes se justifica principalmente cuando el vehículo se detiene, no cuando está en movimiento lento.
En algunos casos, el uso excesivo de las luces de emergencia puede ser contraproducente. Por ejemplo, si un conductor enciende las luces de emergencia de manera innecesaria, esto puede confundir a otros conductores que no están acostumbrados a verlas encendidas durante la desaceleración normal del tráfico. Este mal uso de los cuatro intermitentes podría generar una falsa sensación de peligro o incluso llevar a decisiones erróneas por parte de otros conductores, lo que potencialmente podría aumentar el riesgo de accidentes.
Además, es importante tener en cuenta que en ciertas situaciones, el uso de las luces de emergencia debe combinarse con otras señales de advertencia. En carreteras de mayor velocidad o en vías de gran tránsito, la señalización con triángulos de emergencia o el uso de luces intermitentes de peligro pueden ser más adecuados, especialmente si la detención del vehículo es prolongada o si hay un fallo mecánico.