Sorprenden a varios funcionarios de los Juzgados de fiesta en un bar de Palma
Esther Ballesteros | Mallorca, 25 de Enero de 2021 | 00:06h

"¡Mucha policía, poca diversión!". Con estas palabras reaccionó un funcionario judicial de Palma tras ser sorprendido de fiesta, junto a otros dos compañeros, en un bar próximo a los Juzgados de Vía Alemania a pesar de las actuales restricciones. Los hechos se produjeron la noche del pasado viernes. Los funcionarios acabaron amonestados, uno de ellos descubierto al volante con la tasa de alcohol duplicada y otro sublevado ante los policías que intervinieron en la escena.
El incidente tuvo lugar a las 20.45 horas. Los agentes de la Policía Local de Palma se personaron en el lugar tras ser avisados de que, al parecer, se estaba celebrando una fiesta en el local, ubicado en la calle Parellades, a escasos metros de la cuesta que da acceso a la puerta trasera de los Juzgados. Al llegar, los efectivos policiales escucharon voces y música a todo volumen. Eran las 20.45 horas.
Tal y como consta en el atestado policial, al que ha tenido acceso Crónica Balear, los agentes procedieron, de inmediato, a levantar la barrera del bar. En su interior sorprendieron a seis personas y al dueño del establecimiento: una mujer bailando sobre una de las mesas, otra en la barra y cuatro hombres, dos de ellos sentados, fumando, en una terraza situada junto a la entrada.
Ante tal cuadro, los policías instaron al propietario a detener la música y a los clientes a salir del bar, haciéndoles saber que se les iba a levantar un acta por incumplir las restricciones relativas al COVID y, en el caso del dueño, por permitir la entrada de clientes a su establecimiento a pesar de las prohibiciones actuales. Los amonestados presentaban, además, síntomas de haber ingerido bebidas alcohólicas.
Los momentos más estrambóticos se vivieron, sin embargo, minutos después, cuando los agentes observaron que uno de los funcionarios salía con su coche del parking de los Juzgados. Tras detener la marcha, los policías le informaron de que le iban a someter a la prueba de alcoholemia. El hombre prácticamente duplicaba la tasa permitida.
En ese instante, otra de las clientas del bar, también funcionaria, se ofreció a hacerse cargo del vehículo y a llevar al propietario del mismo a su casa alegando que no había bebido. No se libró, sin embargo, de pasar por el alcoholímetro. El análisis arrojó que había consumido más cantidad de espirituosos que el propio conductor. Finalmente, el dueño del coche tuvo que avisar a su mujer para que se desplazara hasta el lugar y se ocupase del turismo.
Actitud "chulesca y desafiante"
La tensión también inundó el ambiente. Según el atestado, un tercer funcionario, auxiliar de la Fiscalía, permaneció durante todo el tiempo que se prolongó la actuación policial "desobedeciendo constantemente las indicaciones de los agentes", negándose a abandonar el lugar y vociferando "¡mucha policía, poca diversión". El informe alude a una actitud "chulesca y desafiante" y a cómo, al parecer, el hombre hacía uso de su teléfono móvil para grabar a los policías "sin saber estos qué uso iba a darles a las presuntas grabaciones".
La Policía Local destaca en el documento que los agentes, finalmente, decidieron no denunciar el "menosprecio o desobediencia" mostrados por el hombre "para no agravar" la situación y que "lo que se había iniciado como una actuación administrativa acabara con una detención, vista la actitud del varón".
Como consecuencia de los hechos, los agentes solicitaron que se dé traslado del informe a la decana de los Juzgados de Palma por si lo sucedido pudiera ser constitutivo de algún tipo de acción disciplinaria contra los denunciados y comprobar si los funcionarios se encontraban de guardia o ya habían finalizado su turno.