¿Es cierto que las mujeres sincronizan su menstruación al convivir? La ciencia responde

Durante décadas, ha prevalecido la creencia de que las mujeres que conviven tienden a sincronizar sus ciclos menstruales. Este fenómeno, conocido como "sincronización menstrual" o "efecto McClintock", ha sido objeto de numerosos debates y estudios científicos. Sin embargo, investigaciones recientes sugieren que esta sincronización podría ser más un mito que una realidad.​

La hipótesis de la sincronización menstrual se originó en 1971, cuando la psicóloga Martha McClintock publicó un estudio en la revista Nature. En su investigación, McClintock observó a 135 estudiantes universitarias que vivían en una residencia femenina y reportó que sus ciclos menstruales tendían a sincronizarse con el tiempo. Propuso que las feromonas podrían ser las responsables de este fenómeno.​

ESTUDIOS POSTERIORES Y RESULTADOS CONTRADICTORIOS

A lo largo de los años, diversos estudios han intentado replicar los hallazgos de McClintock, obteniendo resultados mixtos. Mientras algunas investigaciones apoyaron la idea de la sincronización, otras no encontraron evidencia significativa que la respaldara. Por ejemplo, un estudio de 2006 publicado en Human Nature no encontró pruebas sólidas de sincronización entre mujeres que convivían.​

En 2017, la aplicación de seguimiento menstrual Clue, en colaboración con la Universidad de Oxford, llevó a cabo un estudio con 1.500 pares de mujeres para analizar la sincronización de sus ciclos. Los resultados mostraron que la mayoría de los pares experimentaron una divergencia en sus ciclos a lo largo del tiempo, lo que sugiere que la sincronización podría ser una percepción más que una realidad. ​

EXPLICACIONES ALTERNATIVAS

La percepción de sincronización podría deberse a factores como:​

• Coincidencia estadística: Los ciclos menstruales varían entre 21 y 35 días, por lo que es normal que, en algún momento, se solapen temporalmente y luego se desajusten nuevamente.
• Sesgo de confirmación: Las mujeres pueden notar y recordar más fácilmente cuando sus ciclos coinciden con los de otras, ignorando las ocasiones en que no lo hacen.​
• Factores ambientales compartidos: Aspectos como la dieta, el estrés o el entorno pueden influir en la regularidad del ciclo menstrual, llevando a coincidencias temporales.​

Aunque la idea de la sincronización menstrual es atractiva y ha sido ampliamente difundida, la evidencia científica actual no la respalda de manera concluyente. Es probable que las coincidencias en los ciclos menstruales entre mujeres que conviven se deban a factores aleatorios y percepciones subjetivas más que a una sincronización real.