Descubre si cumples el perfil para ser víctima de una estafa piramidal
El 90% de los delitos que ocurrieron en 2023 fueron en el ámbito digital
Penélope O. Álvarez | 02/10/2024
A lo largo del año 2023, se registró un preocupante aumento del 26% en los casos de estafas en comparación con el año anterior, alcanzando un total de 472.125 denuncias, según el Ministerio del Interior. De estas denuncias, un notable 90,5% estuvieron relacionadas con fraudes en el ámbito digital, reflejando el creciente protagonismo de la tecnología en los delitos económicos. A pesar de este incremento, las víctimas de estas estafas no pueden encasillarse en un único perfil, ya que las características de los estafados varían ampliamente.
Un estudio publicado en 2020 en la revista Journal of Financial Crime proporciona una visión detallada sobre el perfil típico de las personas que caen en estafas, especialmente en esquemas piramidales. Este informe destaca que los delincuentes emplean tácticas psicológicas avanzadas para manipular a sus víctimas, explotando vulnerabilidades personales que trascienden el nivel socioeconómico, el grado educativo o la cultura. Los estafadores se adaptan a las circunstancias individuales para maximizar el impacto de sus engaños.
Por ejemplo, los estafadores suelen aprovechar crisis personales como divorcios, enfermedades graves o dificultades económicas, para crear una situación de vulnerabilidad emocional que facilite la manipulación, con estrategias diseñadas para aprovechar los puntos débiles específicos de cada grupo.
- En el caso de personas con ingresos medios o altos, los delincuentes apelan al deseo de obtener reconocimiento social o de superar a otros inversores,
- Mientras que a las personas de menores ingresos se les presenta una solución rápida para aliviar sus problemas financieros.
Además, el estudio pone de relieve que los estafadores suelen operar dentro de comunidades o círculos sociales cerrados, donde las víctimas se sienten más cómodas y confiadas al ver que otros de su entorno también participan. Esta táctica reduce la resistencia de las víctimas, ya que les resulta más difícil desconfiar cuando las recomendaciones provienen de amigos, colegas o familiares. En estos casos, los estafados pueden experimentar lo que se conoce como "sesgo de conformidad", es decir, la tendencia a seguir las acciones de un grupo, creyendo que, si muchos lo hacen, la inversión debe ser segura.
Otro fenómeno psicológico relevante es el "sesgo de optimismo". Muchas de las personas que caen en estos fraudes tienden a subestimar los riesgos de las inversiones o transacciones que realizan, convencidos de que, de alguna manera, todo saldrá bien. Esta visión optimista les impide identificar las señales de alerta, reforzando sus creencias y aumentando su susceptibilidad.
La expansión de la tecnología y el auge de las redes sociales también han facilitado a los estafadores el acceso a un mayor número de potenciales víctimas. Plataformas como Instagram, Facebook o incluso WhatsApp permiten a los delincuentes crear perfiles falsos o páginas fraudulentas que imitan negocios legítimos, incrementando la dificultad de detectar el engaño.
Los expertos advierten sobre la importancia de la educación financiera y digital para prevenir este tipo de engaños. El desarrollo de habilidades que permitan identificar señales de advertencia, como promesas de rendimientos excesivamente altos o presiones para tomar decisiones rápidas, es fundamental para reducir la vulnerabilidad de los individuos frente a las estafas, sobre todo en un contexto donde el entorno digital y los fraudes evolucionan rápidamente.