¿Cómo nació la plaza España de Palma? Un recorrido por su historia y curiosidades
El enclave tiene su origen en la Porta Pintada, una de las entradas más importantes de las murallas de Ciutat, construida por los musulmanes
Alicia Romero | 02/09/2024
Un nuevo capítulo en la historia del urbanismo de Palma se abre este lunes con la inauguración de la nueva Plaza de España de Palma, tras los casi 19 meses de obras. Convertido en la actualidad en uno de los más céntricos lugares de la ciudad y punto típico de encuentro, lo cierto es que no siempre ni fue una plaza ni fue tan concurrida ni se llamaba así. Hasta como lo conocemos hoy en día, este enclave palmesano ha vivido todo un trajín de vaivenes por los que hacemos un repaso para conocer a fondo su historia y curiosidades.
La Plaza España de Palma tiene su origen en la anteriormente conocida como Plaça de la Porta Pintada, ahora, un mero lugar de paso entre la actual Plaza España y las calles dels Oms y Sant Miquel. En los inicios, este lugar se extendía desde el carrer dels Caputxins hasta el carrer dels Oms y Sant Miquel y adquirió el nombre de la puerta colindante, la Porta Pintada, una de las entradas más importantes de las murallas de Ciutat, construida en la época de la Mallorca musulmana. Por aquí pasaron las tropas de Jaume I en su conquista de la isla. Aunque su nombre oficial era Porta de Santa Margalida, por el convento homónimo a apenas unos metros de distancia, desde el siglo XVIII se la conocía como Porta Pintada por unas cruces rojas pintadas sobre las rocas que aparecieron en aquella época.
Imagen de finales del siglo XIX de la entrada a la Plaça de la Porta Pintada. Foto: FAM. |
Según recoge Gabriel Bibiloni en Els carrers de Palma (2013), frente a la Porta Pintada "se extendía un puente de arcos, que atravesaba un valle y era el punto de partida de los caminos de Sóller, Valldemossa y de la Real y Esporles". La puerta formó parte del paisaje urbano de Palma hasta que en 1902, hace solo 121 años, fue derribada, pese a estar reconocida como monumento nacional. Sí se conserva parte del bastión adyacente, en el que se guardaba el polvorín, construido en 1544 y cuyos restos se pueden ver a través de la cristalera del carrer de Sant Miquel, a la altura del número 66.
EL NACIMIENTO DE PLAZA ESPAÑA COMO TAL
El lugar entorno a la Porta Pintada (lo que vendrían a ser hoy los alrededores de Plaza España) se le conocía como la Plaça de Porta Pintada, aunque en 1892 el Ajuntament la rebautizó como Plaça de Juanot Colom. Fue en 1902 cuando se le empezó a dar forma a lo que hoy es Plaza España, a raíz del derribo de las murallas que cercaban Ciutat. Así, frente a la Porta Pintada, quedó abierta una gran explanada que fue poco a poco urbanizándose y adquiriendo forma rectangular. En 1914 se la bautizó como plaza de Eusebi Estada (ahora este nombre lo lleva la calle donde se ubica la estación del tren de Sóller, justo frente a la actual Plaza España), considerándola ya un espacio con entidad propia, y separándolo de lo que era la Porta Pintada. Para ornamentarla y dotarla de cierta personalidad, en 1927 se decidió alzar en el centro del espacio una estatua ecuestre del rey Jaume I (obra de Enric Clarassó), en conmemoración de su paso por esta zona en la conquista de Mallorca. Y he aquí una curiosidad que quizá pocos palmesanos conozcan: el zócalo sobre el que se levanta es un trozo de las murallas que se derribaron 15 años atrás.
Plaza de España antes de la contrucción de la estatua ecuestre. Foto: FAM. |
No fue hasta el 30 de octubre de 1936, con el triunfo del alzamiento fascista de Mallorca, cuando las nuevas autoridades la volvieron a rebautizar, esta vez, como plaza de España, nombre que ha prevalecido casi un siglo después, aunque desde 1990, oficialmente en catalán: Plaça d'Espanya.
Imagen de 1954. Foto: FAM |
LA NUEVA PLAZA ESPAÑA Y LAS SORPRESAS QUE HAN TRAIDO LAS OBRAS
En las últimas décadas se han realizado ciertas obras y reformas en este espacio. Las últimas, que se inauguran este lunes, comenzaron en febrero de 2023, con José Hila como alcalde de Palma. El objetivo ha sido cambiar el pavimento de baldosas de pizarra por otro material más resistente (abundaban las críticas por las constantes roturas y desperfectos en el suelo), limpiar la estatua de Jaume I y también se ha aprovechado para cierta redecoración, con la implementación de nuevas zonas ajardinadas con flores y vegetación. Además, como novedad se ha instalado una placa metálica que conmemora la primera manifestación que se celebró aquí contra la violencia de género, en 1979.
Las obras no han estado exentas de sorpresas, ya que pocas semanas después del inicio de los trabajos, al empezar a levantar el suelo y excavar, salieron a la luz restos arqueológicos de la antigua muralla medieval de Palma. El nuevo alcalde de Ciutat, Jaime Martínez, decidió marcar el recorrido con baldosas doradas.