“No somos un turismo de balconing ni de borrachera, que nos tengan en cuenta”

Cerca de setenta vehículos, entre caravanas y furgonetas camperizadas, se han concentrado esta tarde para reivindicar su espacio en las islas; una comunidad en la que, según cuentan, cada vez es más difícil practicar esta actividad. La manifestación, que ha transcurrido de forma pacífica aunque envuelta en sonoros pitidos, pretende hacer llegar sus peticiones a la administración y que ésta actúe habilitando zonas específicas en las que puedan aparcar, pernoctar y realizar los cambios de agua necesarios para no contaminar y cumplir la normativa.

Javier Fuster lleva en caravanas incluso antes de haber nacido; sus padres ya practicaban esta actividad con las antiguos remolques; ahora, recién cumplidos los cuarenta años, él ya lleva siete saliendo cada fin de semana con su familia y su propia autocaravana. “Antes era mucho más fácil, ha ido todo a peor, las leyes se van endureciendo y no se nos tiene nada en cuenta; hemos llegado al punto de tener que manifestarnos para que nos escuchen”, explica.

Para ellos, su vehículo no es sólo una forma de irse de vacaciones, reivindican que salen durante todo el año, incluso con mal tiempo, que aprovechan la caravana para, incluso, asistir a un evento y dormir en ella al acabar. “Es que no somos para nada un turismo de temporada, gastamos dinero cada vez que salimos, siempre en el pequeño comercio; somos turistas durante todo el año y favorecemos la economía local de cualquier rincón en el que estemos. No somos un turismo de todo incluido, de balconing o de borrachera, que nos tengan en cuenta”, reivindica.

LA CLAUSURA DEL CAMPING ILEGAL DE SANTA EUGÈNIA

La actuación que se produjo hace dos semanas en el municipio de Santa Eugènia, les ha dejado ya sin opciones. El Consell de Mallorca tomó la decisión de clausurar un área de suelo rústico en la que se había organizado un camping de autocaravanas funcionando a pleno rendimiento. La unidad de Seprona de la Guardia Civil fue la encargada en realizar la acción y descubrieron zonas de recepción, piscina y hasta ciento cuarenta parcelas delimitadas para los vehículos; todo ello sin licencia y habilitado de forma clandestina. “A ver, no es que fuera del todo ilegal, tenía un permiso como club de petanca y la licencia se caducó y al saltar la noticia pues ha parecido otra cosa pero la verdad es que tenía todo lo que necesitábamos. Era un club de caravanas, buenas instalaciones, petanca, piscina, enchufes de 220v; su precio era económico y nos iba perfecto. Me parece fatal que se haya clausurado. Sólo ponen prohibiciones pero no alternativas. ¿A dónde iremos ahora? ¿Tenemos que dar vueltas, molestar a los vecinos y acampar en zonas turísticas sólo porque no se puede habilitar un área como esa para nosotros?”, aclara Javier.

Defiende a capa y espada el tipo de turismo que realizan y aunque es consciente de que existen algunos usuarios incívicos no quiere que “paguen justos por pecadores”, pide a las fuerzas de seguridad que multen y sancionen cuando sea necesario y cuando no se cumpla la normativa. “La mayoría de nosotros cumple la normativa, sólo queremos tener áreas para poder aparcar, pernoctar y hacer nuestros cambios de agua; los clubes náuticos tienen todos esos servicios para sus barcos y nosotros no”.

Javier cuenta que son más de tres mil vehículos de este tipo (caravanas y camperizadas) y que este verano llegarán unas trescientas más a Baleares. “No estamos preparados para recibirlas, no es sólo que nosotros tengamos un problema, es que el Govern también lo tiene. En la península, allí donde vayas, aunque sea el pueblo más pequeño del mundo, encuentras zonas habilitadas y aquí no las tenemos. No estamos pidiendo que todo sea público y gratuito; entendemos que también haya áreas de pago, sólo necesitamos que se habiliten”.

EL PROBLEMA DEL LLENADO Y VACIADO DEL AGUA

Las caravanas requieren zonas en las que intercambiar el agua de sus depósitos fecales. Sin ellos, es imposible continuar con sus viajes de forma sana y sostenible. Actualmente, en Mallorca sólo existen dos, uno en Son Servera y otro ubicado en el Punt Verd del Polígon de Son Castelló. “No son suficientes, los recursos son muy muy limitados. Imagina que estás en Alcúdia y nos quedamos sin agua o está el depósito lleno, habría que hacer sesenta kilómetros para conseguir cambiar las aguas”, explica. “Además, los Ayuntamientos habilitan esas zonas para ferias o mercadillos, ¿por qué no hacerlo para nosotros?”.

La manifestación de esta tarde no ha recibido el apoyo oficial de las asociaciones de caravaning oficiales; el sector mantiene que prefiere continuar por la vía del diálogo. “Sabemos que llevan años luchando, algunas más de veinte años; y ahora hay una nueva que cree que lo puede conseguir pero nosotros estamos cansados de lo mismo. La administración mira para otro lado, silencio administrativo y a darnos largas; creemos que esa vía de diálogo está agotada y que había llegado la hora de hacernos escuchar”, explica Javier en contraposición a lo que plantean desde las entidades oficiales.

Lo que empezó como una reivindicación de una docena de amigos que se reúnen habitualmente por Sa Coma ha acabado siendo una concentración de alto seguimiento en la que más de setenta vehículos han lanzado un mensaje claro: “Queremos que se nos tenga en cuenta”. Una concentración que ha recibido todos los permisos necesarios y que ha logrado reunir a muchos de los amantes de esta actividad. “Sólo queremos zonas habilitadas para poder hacer las cosas bien, con su punto de llenado y vaciado, sus plazas de aparcamiento, incluso aunque sean una docena y con límite de tiempo de 72 horas para que nadie pueda excederse. Sólo queremos que todo el mundo disfrute”, finaliza.