Patrimonio supervisa la protección de la muralla que apareció tras el socavón en Avenidas

La aparición de la antigua muralla de la ciudad de Palma causada por el socavón en la avenida del Gran i General Consell ha provocado que el servicio patrimonial del Consell de Mallorca haya llevado a cabo el control patrimonial para conocer el estado y realizar la protección adecuada compatible con la reparación del socavón.

Los técnicos de servicio del patrimonio han inspeccionado y controlado esta parte de la muralla desde el martes 28 de febrero hasta el día de hoy. Las tareas se llevaron a cabo en coordinación con los ingenieros de Emaya, responsables del trabajo.

En un primer momento se detectó que se trataba de la contramuralla o muro exterior del foso de la última muralla de Palma, conocida como la Muralla Renacentista.

El elemento forma parte del sistema defensivo de la muralla del frente de tierra de Palma que empezó a ser derribada en aplicación del Plan Calvet en 1902. 

Concretamente, el agujero presumiblemente se hizo dentro de la tierra empleada para llenar el foso durante las obras de derribo del Baluart de Santa Margalida, aproximadamente en 1908.

También se ha evaluado si el hundimiento podría crecer. Pero una vez que se ha completado la inspección, al menos dentro del viejo foso y, mientras el perfil del terreno restante se encuentre compactado, se determinó que no hay razón para que esto suceda.

Las recomendaciones hechas por el servicio de patrimonio con respecto al tratamiento de la muralla y la reparación de la carretera han ido en dos direcciones.

Por un lado, los técnicos han documentado de forma georeferenciada con medios topográficos el tramo de muralla para tener constancia de ella para intervenciones futuras.

Además, durante los trabajos de reparación han cubierto el tramo de muralla con material geotextil para protegerla de la capa de áridos previa a otra capa de hormigón.

Así pues, esta capa de material geotextil protege la muralla renacentista de Palma y evita que esta parte del muro siga degradándose como había ocurrido en algunas actuaciones antiguas debido al paso de una arteria de agua potable.

Una vez que se ha resuelto la urgencia, Patrimonio propone que la continuación de las obras se realice bajo el control de un arqueólogo, al tiempo que recuerda al Ayuntamiento de Palma sobre la necesidad de comunicar cualquier hallazgo con valores patrimoniales.