Usuarios de sillas de ruedas se quejan del mal funcionamiento de las rampas de la EMT Palma

Usuarios de sillas de ruedas en Palma se quejan del mal funcionamiento de los buses de la EMT. La principal problemática que se les presenta es la poca seguridad a la que se ven expuestos. Una persona en silla de ruedas necesita una rampa para poder subir y bajar del autobús, sin embargo, aseveran, en la mayoría de casos estas no funcionan.

Pilar es la madre de una joven de 17 años, usuaria de silla de ruedas, hace cinco años se mudaron a Es Pil·larí y empezó el tormento, ya que, desde entonces, tanto se ven obligadas a viajar a diario en bus.

“Me he dado cuenta del problema que tienen las personas que van en silla de ruedas, es muy difícil para ellos moverse en un transporte público deficiente”, dice Pilar.

Además, afirma que los problemas con los buses y, en especial, con las rampas, son constantes, “en dos semanas, la rampa del autobús nos ha fallado cuatro veces”.

En otra ocasión, esperaban a un bus al salir del hospital, pero no pudieron entrar porque la rampa no funcionaba, “el chófer al verme ya me dijo que no iba bien” y confiesa que ha llegado a esperar “hasta dos horas” para poder subir a un autobús.

En momentos así, su respuesta es "no te preocupes, voy a hacer mi trabajo", que consiste en documentarlo todo y publicarlo en redes sociales. Pilar es toda una activista que, poco a poco, a través de sus redes, va concienciando a más personas de la importancia de tener una ciudad y un comportamiento inclusivo con las personas con movilidad reducida.

Dice que cuando te encuentras en esa situación "hay de todo, personas que se enfadan y otras que intentan ayudar". Los conductores, apunta, suelen ser muy amables, "algunos salen y te echan una mano, aunque tienen prohibido dejar su puesto de trabajo". 

Por su parte, la EMT dice que son "casos puntuales", aunque ella lo niega rotundamente y asegura que es "día sí, día no". Cuenta que se ha reunido tanto con el alcalde de Palma, José Hila, como con el teniente de alcalde de Movilidad, Francesc Dalmau, y que ambos le aseguraron que “buscarían soluciones”, a la vez que le pidieron que no pusiera tantas cosas en redes sociales.

“Les di de margen hasta el final del verano para que hicieran algo, ellos no han cumplido, entonces yo vuelvo a la carga”, sentencia. 

Lamenta que su hija "no pueda hacer vida como una chica de su edad": "La cortan, no la dejan ser independiente al ponerle obstáculos y pegas, siempre depende de alguien". 

Piden un transporte público seguro, fiable y en condiciones para las personas con movilidad reducida "Queremos que los buses tengan un mantenimiento y que no salgan de las cocheras si la rampa no funciona". 

Otro usuario de silla de ruedas constata el relato anterior y agrega que la problemática "cada vez va a más". "Quieren que usemos el transporte público, cuando Palma no está preparada para ir en silla de ruedas", afirma.

Coincide en que los autobuses "no son seguros": "Los nuevos ni siquiera llevan cinturón de seguridad, dicen que con la barra metálica que hay basta, pero no basta". 

Relata además que en muchas paradas, ni quiera pueden subir o bajar, porque no hay espacio para la rampa. "Si te quedas fuera, el bus se va sin ti; si te quedas dentro, todo el mundo tiene que esperar a que venga un mecánico y arregle la rampa", confiesa. 

Por ello, reclaman un transporte público seguro e inclusivo y que ningún autobús salga de las cocheras sin la correspondiente revisión general y de la rampa.