Nueva batalla campal en el campo de fútbol de Alaró
Sergio Jimenez | 23/05/2022
Este domingo por la tarde, en el campo de fútbol de Alaró, se produjo una batalla campal entre los jugadores y aficionados del Calvià y Alaró, que se disputaban ayer el último partido de la jornada de la categoría juvenil preferente. Es decir, jóvenes que tienen entre 16 y 18 años.
Todo ocurrió en el minuto 85 cuando el Calvià iba ganando 0-1. En ese momento, anotó un segundo gol que derivó en un enfrentamiento entre un par de jugadores de cada grupo, por lo que el árbitro les acabó sacando tarjeta amarilla.
Poco después, unos 20 aficionados saltaron al campo, la mayoría del Alaró y empezó una gran batalla campal, en la que un hombre, de unos 40 años y visiblemente ebrio, pegó tres puñetazos en la cara al entrenador del Calvià, que intentaba apartar a sus jugadores del terreno de juego y llevárselos al vestuario.
Rápidamente, el árbitro paró el partido y hasta la zona se desplazó una patrulla de la Guardia Civil y de la Policía Local de Alaró, que estuvieron más de media hora en el campo hasta que finalmente se controló la situación.
Este hombre será propuesto para sanción por agredir al entrenador y para que no entre más a un campo de fútbol.
Como se puede ver en el acta, el árbitro decidió finalmente suspender el partido, ya que temía por su propia integridad física y el partido acabó 0-2.
BATALLA CAMPAL ENTRE LOS PADRES EN 2017
En el año 2017, el campo de fútbol de Alaró ya fue escenario de una gran pelea multitudinaria producida en mitad de un partido de infantiles, es decir, de niños de entre 12 y 13 años y sus padres.
El partido se paralizó en el minuto 60 con un resultado favorable al equipo visitante, que estaba un gol por delante.
Al parecer, se produjo una discusión entre dos jugadores y estalló la pelea. Los padres de los locales saltaron al campo para participar en la recriminación y también lo hicieron así los padres del equipo visitante; por lo que en cuestión de segundos, el campo se transformó en una batalla campal.
Persecuciones, agarrones, gritos, golpes; varios minutos de caos que dejaron la peor de las imágenes futboleras. Tal fue la violencia de la pelea, que el árbitro resultó herido en un hombro y tuvo que salir del campo escoltado por la Guardia Civil.
Varios padres se dirigieron al destacamento de la Guardia Civil de Inca para presentar diversas denuncias; al parecer, algunas cruzadas por el mismo delito de lesiones.
SUSPENDIDA JORNADA DE FÚTBOL EN BALEARES
Cabe recordar que en febrero de este año la Federación de Fútbol de Baleares suspendió la jornada de fútbol y fútbol sala un fin de semana como gesto de condena a las agresiones a árbitros y como medida de apoyo al estamento arbitral, que convocó una jornada de huelga contra actos violentos y agresiones que se habían registrado.
En una nota de prensa, la Federación expresó su "máxima preocupación y enérgica condena" en relación con las últimas agresiones que sufrieron los árbitros.