Rotondas: las imprudencias más peligrosas

Redacción | 01/05/2022

Uno de cada tres conductores implicados en siniestros en rotondas cometen alguna infracción, principalmente no respetar la prioridad, la velocidad excesiva y no mantener la distancia de seguridad, según los datos de la Dirección General de Tráfico (DGT) del año 2020.

Entre todas, las infracciones de las normas de prioridad son las más frecuentes en las glorietas, una de cada cinco. Y la norma principal establece que los vehículos que circulan dentro de la rotonda tienen la prioridad sobre los que entran (siempre que una señal-semáforo, marca vial- o un agente no ordenen lo contrario).

Por tanto, la entrada a una plaza circular sin respetar esa prioridad de paso de otros conductores puede ocasionar frenadas bruscas, alcances y hasta colisiones entre vehículos.

Asimismo, abandonar la glorieta desde un carril interior, cruzándose por delante de otros vehículos, también puede tener graves consecuencias: "Es quizás la maniobra más peligrosa que un conductor puede realizar dentro de una glorieta. Una maniobra ilegal que, combinada con el exceso de velocidad y una colisión en ángulo, puede comprometer la estabilidad y provocar incluso el vuelco de alguno de los vehículos implicados", explican desde el Área de Formación de Conductores de la DGT.

Una infracción que incluso podría considerarse delito y castigarse con pena de prisión si existe una conducción temeraria que pone en riesgo la vida de una o de varias personas.

Por su parte, el exceso de velocidad también provoca muchos incidentes en estas intersecciones giratorias: el 8% de los conductores implicados en accidentes en glorietas interurbanas cometía una infracción de velocidad.

Así, reducir y adaptar la velocidad son las precauciones básicas en la aproximación a una rotonda: "Estamos en un tramo de vía que no está diseñado para circular a grandes velocidades. Los excesos de velocidad en una glorieta impiden las incorporaciones y cambios de carril a otros vehículos, obligan a invadir varios carriles para controlar el vehículo y multiplica el riesgo y la gravedad de los accidentes. Y también el riesgo de atropello a los peatones que puedan estar cruzando la calzada en la salida de la rotonda", destacan desde Formación de Conductores de la DGT.

Muchas de las infracciones habituales en glorietas ocurren durante la circulación dentro de la misma: la indisciplina de carril, cambios de carril sin usar los indicadores, ni respetar prioridades ni distancias de seguridad. Infracciones que también complican la conducción al resto de conductores y provocan multitud de frenadas inesperadas y de alcances entre vehículos.

"El uso de los carriles dentro de una glorieta es como en cualquier otro tramo de vía. Ocuparemos el carril de la derecha, fuera de poblado, y el que mejor convenga a nuestro destino en zonas urbanas. Y cambiaremos de carril siguiendo siempre dos normas básicas: respetar la prioridad de los que ya circulan por él y señalizar la maniobra con la antelación suficiente para no sorprender a otros conductores", subrayan desde Formación de Conductores.

Por último, en las glorietas deberemos poner atención máxima en presencia de usuarios vulnerables, como son los ciclistas y los motoristas: respetar su prioridad en las salidas, entradas y cambios de carril y mantener con ellos una distancia adecuada es fundamental, ya que son los usuarios más difíciles de detectar y más frágiles en la circulación.

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