Una disputa entre okupas provoca un nuevo incendio en la calle Reyes Católicos
Irene R Aguado | 22/03/2021
Un incendio en el número 29 de la calle Reyes Católicos, en Palma, ha movilizado este lunes a los Bomberos de Palma y a la Policía Local para sofocar el fuego que había en el tercer piso de este edificio okupado.
El incendio se suma a la larga lista de sucesos que ocurren con frecuencia en este edificio y que llevan a la desesperación a los vecinos: "No ganamos para sustos", ha manifestado uno de los testigos del siniestro esta mañana a las 7:00 horas.
Los bomberos han explicado que el fuego ha sido originado en unos trapos y motivado "por diferencias entre los okupas, que unos quieren echar a otros". De todas formas, la Policía Nacional trata de investigar ahora si el incendio ha sido provocado o no.
"Deberá ocurrir una desgracia para que se desaloje y se cierre esta edificación llena de insalubridad", ha lamentado el vecino, que cree que "las autoridades miran hacia otro lado" frente a esta situación.
Hace años que los residentes de esta zona buscan poner fin a los numerosos sucesos de esta calle. Tráfico de drogas, intentos de asesinato, accidentes, vertidos de basura en la calle o incendios como éste suceden con frecuencia en el edificio.
El inmueble se okupó cuando, hace unos años, se realizaron unas obras que dejaron a medio terminar y abandonadas. Desde ese momento, la zona se ha convertido en el escenario de toda clase de incidentes y siniestros.
Uno de los accidentes más destacados ocurrió en marzo de 2019, hace dos años, cuando un joven de unos 20 años quedó en estado grave al precipitarse desde el mismo piso que hoy se ha quemado, el tercero.
En otra ocasión, los vecinos vieron a una joven salir del edificio confusa y desamparada: "La vimos salir del edificio, semidesnuda y desorientada, estaba pidiendo ayuda", explicaron. Al parecer, mostraba signos de estar bajo los efectos de sustancias estupefacientes. Esto acrecentó, por si fuera poco, el miedo a que se produjera una agresión sexual en el interior del edificio.
Además, ese mismo año, poco tiempo antes, en enero, ya se produjo un virulento incendio en el edificio que obligó a desalojar una finca colindante. En esas fechas, los vecinos ya lanzaron una voz de alarma ante lo que parecía una situación preocupante, aunque a día de hoy, el edificio sigue en las mismas y los vecinos ya han agotado sus fuerzas intentando tener una vida tranquila en su propio barrio.
