La salud mental, la próxima pandemia que se cierne sobre los jóvenes de Baleares

Leonela Paucar | 11/04/2021

Los problemas de salud mental no hacen más que aumentar. Según la OMS hay razones para pensar que estos podrían ser la próxima pandemia. La crisis ocasionada por la COVID, sumada al confinamiento domiciliario del 2020, han hecho que se disparen los casos de depresión y ansiedad entre la población general. 

En España, junto con los casos de coronavirus, han aumentado a la par significativamente los problemas psicológicos, y los ya diagnosticados se han agravado. Ha llegado incluso a ser tema de debate en el Congreso. Es tal la preocupación que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha comprometido a establecer una estrategia nacional de ayuda psiquiátrica y psicológica.

La pandemia ha supuesto un riesgo vital para los mayores de 60 años. Sin embargo, para los jóvenes el riesgo es psicológico. Según el estudio “How did different generations cope with the COVID-19 pandemic?”, los jóvenes advertían que su estado emocional era malo, a diferencia de las personas de edad superior.

Y es que la mayoría vive con sus padres, por lo que durante el confinamiento eran los que menos salían del hogar para realizar tareas esenciales, como hacer la compra o trabajar. De ahí que el hecho de estar encerrados tanto tiempo y a esta edad, privados de su habitual red de amistades, les haya supuesto un gran dilema en su desarrollo personal. Un obstáculo que ahora empieza a manifestarse a través de distintos síntomas.

Y ello ya se empieza a evidenciar en cifras: en Baleares las llamadas al número de la esperanza se han triplicado con respecto a las de antes de la pandemia. Otra cifra alarmante es la del consumo de fármacos: la venta de ansiolíticos ha aumentado un 4,8%, y la de antidepresivos, un 5,6%.

JAVIER TORRES, PSICÓLOGO: "LA ATENCIÓN PSICOLÓGICA NO ES UN CAPRICHO, ES UNA NECESIDAD DE LA CIUDADANÍA"

Javier Torres es psicólogo forense en el instituto de medicina legal y decano del Colegio de Psicología de Baleares. Su trabajo le permite estar cerca de víctimas de violencia de género o personas inmersas en procesos legales, entre otros.

Durante la pandemia, han sido muchos los afectados económicamente, pero también psicológicamente. Torres expone que la sociedad no estaba preparada para el confinamiento: “Nadie sabía cómo gestionar esa situación de encierro. Al haber más olas, se ha generado una situación psicológica de incertidumbre complicada”.

Con la desescalada, el problema dejó de ser el encierro y pasó a tener un enfoque económico.“ Hay mucha gente en situación de ERTE que no saben aún si volverán a trabajar o no. Esto genera en la población una sensación de intranquilidad, de desajuste psicológico”.

Según este psicólogo mallorquín, es curioso que los suicidios e intentos de suicidios hayan disminuido durante el encierro, pero al empezar la desescalada aumentaran con relación a años anteriores.

Lamenta: “Esta situación nos lleva a plantear un plan de ayuda psicológica a los ciudadanos, ya que está muy abandonada esta área de la salud. Ahora nosotros estamos demandando más recursos de ayuda a la ciudadanía porque es necesario. La atención psicológica no es un capricho, es una necesidad de la ciudadanía”.

LOS DUELOS DE LOS FAMILIARES DE FALLECIDOS POR LA COVID

Además, Torres pone el acento en la importancia de tratar psicológicamente los fallecimientos provocados por la pandemia: “En Baleares han fallecido entre 700 y 800 personas por situación de Covid. Por lo tanto, hay alrededor de 800 familias con duelos no resueltos, ya que no pudieron despedirse de sus familiares”.

Para solventar esta problemática, el Colegio de Psicólogos de Baleares ha puesto a disposición de los ciudadanos distintos teléfonos de ayuda psicológica, entre ellos, el 900 11 20 03.

MARC: “DURANTE EL CONFINAMIENTO AUMENTÓ MI ESTADO DE DESÁNIMO Y DEPRESIÓN”

Marc, un joven mallorquín de 22 años, y padeció depresión. A consecuencia de esta enfermedad también vivió episodios de ansiedad. Ya sufría esta patología antes de la pandemia, sin embargo, tras el encierro empeoró considerablemente: “La ansiedad mejoró, pero el estado de desánimo y depresión aumentó”.

Tal y como comenta el psicólogo forense Javier Torres, Marc tuvo su peor episodio cerca de acabar el confinamiento. Él lo asocia con la incertidumbre de no saber cuándo iba a acabar la situación mundial que se vivía en ese momento. Esto le empujó a acudir a consulta, donde fue finalmente diagnosticado con una leve depresión y episodios de ansiedad.

JUAN: “Mi transtorno ansioso-depresivo empeoró al empezar del desconfinamiento”


Juan, otro joven mallorquín, de 24 años, sufre un trastorno ansioso-depresivo desde hace tres años. Sin embargo, fue diagnosticado hace año y medio.

Durante el confinamiento, su enfermedad no empeoró, pero, al igual que Marc, al empezar el desconfinamiento sufrió una recaída. La incertidumbre sobre el futuro en mitad de una pandemia agravó su patología.


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Comentarios

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  • Mikhail - 12 de Abril de 2021 a las 11:23
    Test
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  • Io - 11 de Abril de 2021 a las 22:36
    La gente sin trabajo ni familiares que les puedan ayudar , todo por una plandemia , osea morís o del virus o de hambre o de vacunas y si no caéis en esto osea pegáis un tiro...vamos.
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    0
  • Jose - 11 de Abril de 2021 a las 20:44
    Pobretes, que les han cerrado el titos y les han quitado el botellón y el postureo del Instagram. Eso es lo que les deprime.
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      L.A. - 12 de Abril de 2021 a las 15:36
    Qué poco mundo tienes Jose, vuelve a las cavernas que calladito estás más guapo
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      Pep - 12 de Abril de 2021 a las 08:02
    Tu empatía te describe como persona
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