La comisión que investiga la gestión del COVID en Brasil acusa a Bolsonaro de nueve delitos

La comisión especial instaurada en el Senado de Brasil para investigar la gestión de la pandemia de COVID-19 acusará al presidente, Jair Bolsonaro, de nueve delitos, entre los que destaca crímenes de lesa humanidad.

Según el informe final, recogido por la prensa brasileña, la comisión también le acusará de la presunta comisión de un delito epidémico; de violación de medidas sanitarias preventivas, charlatanería --publicitar una curación por medios secretos o infalibles según el Código Penal brasileño--; prevaricación; empleo irregular de fondos públicos; incitación al delito; falsificación de documentos privados; delito de responsabilidad; y delitos de lesa humanidad --juzgados por el Tribunal Penal Internacional (TPI).

El texto final de la comisión pide 68 acusaciones, entre particulares y empresas. Además de Bolsonaro, la comisión del Senado pide acusar a tres de sus hijos, a ministros, exministros, diputados y empresarios.

El presidente Bolsonaro ha respondido criticando a la Comisión Parlamentaria de Investigación (CPI), a la que ha acusado de no hacer nada productivo y de "quitar tiempo" al ministro de Salud, Marcelo Queiroga, así como a otros funcionarios, empresarios y personas humildes.

"Qué bueno sería si esa comisión estuviese haciendo algo productivo para nuestro Brasil", ha dicho Bolsonaro durante un acto en la localidad de Russas, en el estado de Ceará, entre los gritos de sus seguidores llamando "sinvergüenza" al senador Renan Calheiros, uno de los principales investigadores de la comisión.

"No han producido nada más que odio y rencor entre algunos de nosotros", ha dicho Bolsonaro, quien a los insultos del público a Calheiros ha espetado "la voz del pueblo es la voz de Dios".

Está previsto que la comisión vote el informe el próximo martes. La comisión no tiene poder para denunciar o castigar, pero su informe puede desencadenar la investigación de las instituciones competentes.

Brasil es uno de los países del mundo más castigados por la pandemia de COVID-19, con más de 21,6 millones de personas contagiadas y más de 600.000 fallecidos a causa de la enfermedad. Bolsonaro ha minimizado repetidamente la gravedad de la pandemia, se ha mostrado crítico con la imposición de medidas restrictivas y ha abogado por el tratamiento de la enfermedad con fármacos cuya ineficacia está demostrada por la ciencia.