El acusado de violar durante seis años a la hija menor de su mujer en Palma se suicida antes del juicio
Esther Ballesteros | 29/11/2021

Durante seis años abusó sexualmente de la hija menor de edad de su mujer y este lunes se iba a sentar en el banquillo para ser juzgado por estos hechos. Sin embargo, el acusado, de 55 años, decidió ayer poner fin a su vida.
La Guardia Civil y la Policía Local de Marratxí acudieron de urgencia a una finca de la zona tras recibir el aviso de que un hombre acababa de suicidarse, según han informado fuentes de la investigación a Crónica Balear.
Se trataba del procesado que esta mañana iba a verse las caras con un tribunal de la Audiencia Provincial de Baleares para responder por los abusos sexuales a los que, de acuerdo al relato de la Fiscalía y de la menor, sometió entre 2010 y 2016 a la hija de su mujer. "Ha preferido poner punto y final a todo este asunto antes que dar la cara ante la justicia. Tenía todas las de perder. Ahora no volverá a hacer daño a nadie", aseveran fuentes próximas al fallecido.
Según el escrito de acusación del Ministerio Público, José Ricardo B.G., en la vivienda que durante ese tiempo compartió junto a su esposa y la hija de ésta, Gabriela, quien entonces contaba con ocho años, aprovechó multitud de ocasiones en las que se quedaba a solas con la niña para realizarle tocamientos, ya fuese vestida o desnuda, en aras a satisfacer su ánimo libidinoso.
A partir de 2011, el inculpado comenzó a obligar a la menor a que le efectuara felaciones. Y cuando la niña cumplió diez años, procedió a penetrarla vaginalmente. Lo hizo en el interior de su coche. Tras ello, el hombre continuó violándola en varias ocasiones más dentro de su vivienda.
El acusado, para lograr que la menor guardara silencio, tenía un ardid: mediante la frecuente compra de regalos con los que agasajaba a su hijastra, consiguió que la niña no contara nada a nadie.
Sin embargo, la menor decidió, en agosto de 2016, escapar de casa y refugiarse en casa de su abuela. Ante el cariz que estaban tomando los acontecimientos -su desaparición generó una amplia repercusión-, Gabriela decidió contar lo sucedido y, junto a su abuela, se personó en las dependencias de la Guardia Civil de Manacor para poner en su conocimiento la pesadilla en la que se había visto envuelta durante seis años.
Sobre el procesado pesaba un delito continuado de abuso sexual con acceso carnal por vía vaginal y bucal por el que se enfrentaba a una petición de doce años de cárcel. Tras cinco años de espera, el juicio no ha podido celebrarse. El acusado que debía pagar por los hechos no se había presentado en la Audiencia: había puesto fin a su vida apenas unas horas antes.