Tamara Falcó regresa a Madrid tras su peregrinación a Lourdes, mientras Íñigo Onieva quiere reconquistarla

A punto de cumplirse un mes de su ruptura con Íñigo Onieva, Tamara Falcó sigue siendo uno de los personajes más buscados del momento.

Intentando poner tierra de por medio para olvidar a su exnovio - cuando se especula que el empresario está dispuesto a todo para recuperarla e incluso habría planeado transformar su anillo de compromiso y que este se haga más grande y más fuerte de cara a una hipotética reconciliación - la marquesa de Griñón peregrinaba hace unos días al santuario de la Virgen de Lourdes, haciendo de su fe su refugio en estos difíciles momentos.

De regreso en España, la hija de Isabel Preysler ha disfrutado de un plan muy especial que ella misma ha compartido en redes sociales. 

Un divertido taller de cocina en la localidad segoviana de Pedraza en el que se reencontró con amigas, se puso el delantal para volver a los fogones y compartió un día de lo más agradable entre recetas saludables y sonrisas.

Guapísima con el pelo recogido en una sencilla coleta, vaqueros, una blusa blanca y un abrigo color vainilla, Tamara ha conseguido evadirse por unas horas de los titulares que sigue protagonizando su ruptura.

¿El último? Que Íñigo le habría sido desleal durante más de un año con una de sus íntimas amigas, 'Mimi'. Una información que el propio empresario no ha tardado en negar tajantemente, amenazando con tomar medidas legales por esta falsedad que atenta gravemente contra su honor y su intimidad.

Un tema sobre el que Tamara, sonriente pero esquiva - y protegida por varias personas que intentaron impedir que la grabásemos - ha preferido no pronunciarse, dejando en el aire si se cree a Íñigo y si hay alguna puerta abierta a una posible reconciliación.