Las desgracias se ceban con Paz Padilla: muere su hermano de forma repentina
La artista acumula 5 muertes de seres muy queridos en los últimos 5 años
Marina J. Ramos | 21/10/2024
Este domingo, Paz Padilla ha recibido la peor de las noticias. Mientras se encontraba de viaje de trabajo en Tarragona le han informado de la muerte de su hermano Luis, quien, a sus 57 años, ha fallecido este fin de semana de forma repentina. El duro varapalo personal ha hecho suspender a Paz Padilla sus compromisos laborales y coger un avión a Cádiz, su localidad natal, para estar con los suyos en estos momentos.
Lo cierto es que la noticia se suma a las desgracias a las que ha hecho frente la humorista, actriz y presentadora en los últimos años. Y es que en los últimos 5 años acumula 5 muertes de personas muy importantes para ella.
El primero de los fallecimientos que tuvo que superar fue el de su madre, Dolores Díaz, que fallecía en febrero de 2020 a los 91 años, en unos momentos, además, turbulentos, con el estallido de la pandemia y el confinamiento. La llamaban en su familia cariñosamente Lola y era un pilar fundamental para Paz Padilla, apoyándola siempre de forma incondicional.
Llevaba semanas ingresada en el hospital por una rotura de cadera. Aunque la humorista estuvo a su lado, hasta que su situación se complicó hasta el fallecimiento, nunca dejó de trabajar. Lo que nadie sabía mientras aparecía en televisión y estaba de rodaje era que no solo tenía a su madre en el hospital, sino que además estaba afrontando la enfermedad de su marido, que moriría cuatro meses después que su madre.
Era Antonio Juan Vidal Agarrado, que falleció a los 53 años tras una dura lucha contra el cáncer. La por aquel entonces presentadora de 'Sálvame' no quiso hacer pública la situación hasta su muerte, cuando se abrió a confesar: "He vivido una historia de amor corta pero muy intensa. Sé que su amor vivirá en mí para siempre. Siempre estaremos fundidos en uno. Espérame que todavía nos queda una tercera oportunidad", escribió junto a la publicación de una foto en blanco y negro con Antonio.
"Sucede lo de mi madre en paralelo. No tenía capacidad para tanto dolor, me sentí tan mal que el duelo de Antonio solapó el de mi madre y no sabía por qué lloraba. A lo mejor no lloraba por mi madre sino por él. Pienso que tengo que salir adelante, la vida es muy bonita, no me voy a enterrar ni con mi madre ni con Antonio", declaró más tarde.
Por si fuera poco, una semana después murió su suegra y un mes después, su suegro. "Mi Antonio se fue cuatro meses después que mi madre. A la semana, mi pobrecita suegra, y al mes, mi suegro de COVID. Muy fuerte. Cuatro pérdidas… Dices: '¿Y otra más?'. Pero la vida se ceba con todos. Si piensas que vas a pasar por la vida de puntillas… Ya te digo que no. Con cada pérdida aprendes y coges herramientas para la siguiente, como si fuera un juego de Nintendo", contó a la revista 'Hola'.
La meditación fue una práctica que, explicó, le ha ayudado a superar las desgracias y conectarse con ella misma. Desde entonces Paz Padilla ha recibido en ocasiones críticas por concebir la muerte y el duelo de forma distinta a la mayormente establecida. Ahora le toca sufrir otro duro golpe, el de la marcha de su hermano de forma muy repentina, sin duda, otro varapalo en el que Padilla tendrá que acordarse de lo aprendido para seguir adelante.