Las confesiones íntimas de Julián Muñoz sobre Isabel Pantoja desatan la polémica

"Descarnado, sincero, sin tapujos". Mediaset advirtió cómo se mostraría Julián Muñoz en su propia docuserie - 'No es la hora de la venganza, es la hora de la verdad' - y, después de escuchar al ex alcalde de Marbella el pasado viernes en Telecinco, esos adjetivos se nos quedan hasta cortos.

Más claro y mucho más explícito que en el resto de las numerosas entrevistas que ha concedido desde que rompió con Isabel Pantoja en el año 2009, el abulense ha desvelado cómo, cuándo y de qué manera comenzó su relación con la tonadillera, a la que describe como una mujer fría, ambiciosa e interesada que sólo perseguía el dinero y por la que él, cegado completamente, sintió una especie de "adicción", engañando a su mujer Mayte Zaldívar, y alejando de su lado a sus hijas Eloía y Elia porque estaba "abducido" por la artista.

Pero además describe a la viuda de Paquirri como una mujer fogosa y apasionada y habla de los hijos de la sevillana, Kiko Rivera e Isa Pantoja, a los que recuerda con cariño. Unas polémicas declaraciones que están dando mucho que hablar y sobre las que el clan Pantoja no se ha pronunciado públicamente (por el momento).

Mientras Isabel permanece recluida en Cantora con su hermano Agustín y fuentes de su entorno aseguran que nada de lo que ha contado Julián la ha sorprendido, Kiko también ha optado por encerrarse y no salir en todo el fin de semana de su casa, algo cuanto menos llamativo y que coincide con la emisión de "No es la hora de la venganza, es la hora de la verdad".

A quien sí hemos visto ha sido a Irene Rosales que, fiel a su discreción y completamente al margen de las polémicas protagonizadas por Pantoja, guarda silencio y no confirma ni desmiente si Kiko y ella vieron la docuserie ni qué les parece el testimonio de Julián Muñoz ni las confesiones íntimas sobre su relación con la tonadillera.

Ignorando nuestras preguntas, la sevillana tampoco aclara si al Dj le han molestado o enfadado las declaraciones del exnovio de su madre, que vuelven a ponerla en el ojo del huracán.