El príncipe Enrique confiesa que sufrió bullying: "Me rompieron la nariz dos veces"

El príncipe Enrique dio una entrevista exclusiva el pasado fin de semana con un renombrado experto en trauma, el Dr. Gabor Maté.

Se trataba de un chat privado a través de Vimeo para el que había que hacerse con una entrada, que además venía con su libro de memorias de regalo y la posibilidad de hacerles preguntas en directo.

Tal y como recoge '20 minutos', poco a poco van saliendo a la luz los detalles de la conversación que mantuvieron, como el momento en el que salió a la luz el bullying.

El duque de Sussex, de 38 años, habló de sus problemas de intimidad dentro de la familia real británica con el autor del libro The Myth of Normal: Trauma, Illness & Healing in a Toxic Culture y de cómo él se sentía "diferente al resto", al igual que su madre, Lady Di.

Eso también hizo que cuando fue a la King's College of Our Lady of Eton, escuela más conocida como Eton, una de las más exclusivas y que ha sido definida como la que "gobierna Reino Unido" debido al poder que en el futuro tienen sus estudiantes, no se sintiera cómodo y acogido por todos esos chavales de su misma clase social.

En un momento dado de la charla, el Dr. Maté incidió en que esa conducta puede llevar a un niño de 16 años a ser "peligroso" dentro del campo de rugby —algo famoso en Eton—, puesto que le pierde "el miedo" a sufrir daño físico, porque así entiende que puede sentir algo.

Fue en ese momento en el que el marido de Meghan Markle explicó cómo se lo hicieron pasar: "Sí, yo era un candidato muy bueno para el equipo de rugby... Pero no paraban de hacérmelas pasar canutas: me empujaban contra los postes del campo y me llegaron a romper la nariz un par de veces".

Además, como han recogido en varios medios británicos, la charla derivó en cómo el príncipe veía indispensable para no favorecer esa necesidad de dolor que los padres no discutan delante de sus hijos, tal y como a él le tocó ver en más de una ocasión entre Diana de Gales y su padre, el ahora rey Carlos III de Inglaterra.

"No se pueden tener esos desacuerdos, esas discusiones o lo que sea. Afortunadamente mi esposa y yo no las tenemos. ¿La idea de discutir las cosas delante de los pequeños? No. Supongo que mis padres sí que tuvieron muchas de esas delante de mí. Tal vez de ahí venga ese sentimiento. No es una buena idea", concluyó.