Distancia y frialdad entre Ana María Aldón y Ortega Cano

Después de una primera jornada de camino hacia El Rocío en la que José Ortega Cano y Ana María Aldón se mostraron fríos, distantes e incómodos en los escasos momentos que compartieron juntos - ya que la andaluza iba a caballo mientras que el diestro prefirió hacer la Romería andando con su hijo José María - y las ganas que tenían de vivir esta experiencia tan especial en familia, la colaboradora continúa la peregrinación en solitario.

Sin la presencia de Ortega Cano, que este miércoles estallaba con la prensa cuando le preguntamos a su mujer por sus declaraciones en la revista Lecturas sobre Gloria Camila, Ana María se ha dejado ver de lo más sonriente y feliz acompañada por unos amigos durante el camino, despreocupada pese a la ausencia de su marido.

Muy guapa con un diseño de volantes en color rojo, la gaditana volvió a demostrar su maestría a lomos de un caballo, con el que disfrutó como nunca su peregrinación hacia Almonte y con el que la vimos atravesar el famoso vado del río Quema con un grupo de conocidos y sin su marido ni su hijo José María.

Relajada y viviendo a tope la experiencia después de 10 años sin ir al Rocío, Ana María se ha olvidado por unas horas de la polvareda que han levantado sus críticas a Gloria Camila - pocos entienden sus declaraciones arremetiendo contra la hija de Ortega Cano y acusándola de meterse en su matrimonio -, un tema del que no quiere ni oír hablar: "No es momento, estamos rezando el 'Sin pecado'.