El turismo en 2021: el Certificado Covid llega al final de una temporada atípica en Baleares

Redacción | 29/12/2021

El turismo en 2021: el Certificado Covid aterriza al final de una temporada atípica en Baleares. Y es que la implantación del certificado para acceder a bares, cafeterías, restaurantes, discotecas y salas de baile ha sido el último elemento en sumarse a una temporada turística atípica y condicionada por semáforos covid y niveles de alerta sanitaria impuestos por los principales mercados emisores.

Las restricciones a la movilidad que aún permanecieron vigentes durante la temporada alta y algunas limitaciones de horarios y aforos, vigentes prácticamente durante todo el verano, no han impedido, sin embargo, alcanzar buenas cifras de visitantes que han dejado tres imágenes icónicas: los hosteleros comprobando los móviles para acceder a los locales, el regreso de los cruceros y las aglomeraciones en determinados enclaves de la costa.

EL CERTIFICADO COVID LLEGA PARA QUEDARSE

A pocos días para terminar el 2021 pocos ámbitos escapan ya a la exigencia del documento que acredita vacunación o prueba negativa en la restauración, el ocio nocturno o la cultura. El último, bares y cafeterías, que en un primer momento quedaron fuera de la exigencia.

Unido a esto, el Govern renovó los niveles de alerta sanitaria para condicionar, en función de la alerta, en qué espacios se reclama el uso del Certificado.

Así, Mallorca, Menorca e Ibiza han acabado el año en el nivel 3, lo que en la práctica supone un uso generalizado del pasaporte, vía de entrada a cines y gimnasios, además de a la restauración. Formentera, en nivel 2, de tal manera que se pide el certificado también en establecimientos hoteleros con alojamientos compartidos tipo albergue o refugio.

La llegada del Certificado Covid al día a día de la ciudadanía de Baleares no ha sido sencilla. A finales de agosto, el TSJIB rechazó un primer intento del Govern "por desproporcionado" de pedirlo para grandes eventos culturales o deportivos aunque el Tribunal sí dio luz verde en octubre a pedir el Certificado para un ocio nocturno que, más de un año después de cerrar, volvía a abrir sus puertas.

Tras las primeras dudas de los primeros días, enseñar el teléfono móvil a la entrada del restaurante y el bar es la imagen de la recuperación de un sector que hasta el último momento reclamó la vuelta a los interiores.

VUELVEN LOS CRUCEROS

Junto al gesto ya cotidiano de presentar el Certificado Covid en prácticamente cualquier ámbito, la llegada a Palma del Mein Schiff 2, de TUI, el primer crucero en 15 meses, ha sido otra de las imágenes de la reactivación turística, más allá del propio sector crucerista, envuelto siempre en la polémica.

El mismo conseller de Modelo Económico, Turismo y Trabajo, Iago Negueruela, fue en junio al puerto a recibir "con satisfacción" al buque aunque insistiendo en que la de los cruceros es una actividad que debe regularse.

No en vano, la regulación de la llegada de los grandes buques, especialmente al puerto de Palma, ha estado sobre la mesa hasta prácticamente el último día del año.

Tanto desde Unidas Podemos como desde MÉS per Mallorca se han alzado voces contra esta actividad o reclamando la limitación. El mismo alcalde, José Hila, ha expresado la necesidad de fijar en cuatro o cinco el número de cruceros por día.

Finalmente, el acuerdo entre el Govern y las navieras llegó el 20 de diciembre y Palma sólo podrá recibir un total de tres cruceros al día a partir de 2022 y únicamente uno de ellos podrá tener una capacidad superior a los 5.000 pasajeros.

PENDIENTES DE LOS SEMÁFOROS COVID

El sector turístico ha vivido el 2021 con la mirada puesta en los semáforos covid y los niveles de alerta y riesgo que especialmente Alemania y Reino Unido, los principales mercados, dictaban al compás del incremento de la expansión del coronavirus y sus variantes.

El año ha transcurrido entre la euforia de las primeras aperturas y la resignación de los pasos atrás motivados por el empeoramiento de la situación.

En marzo, Alemania retiró a Baleares de la zona de riesgo para viajar, aunque regresó a mediados de julio a esa consideración junto al resto de España. El 27 de agosto volvió a sacar a toda España de la zona de riesgo, aunque ha recomendado a su población no viajar en Navidad, tras declarar, otra vez, España como zona de riesgo.

Reino Unido por su parte también protagonizó un verano de idas y venidas, concretadas en este caso, en un cambio de colores de su semáforo.

El gobierno de Boris Johnson mantuvo durante prácticamente todo el estío a España en la lista de países ámbar de su semáforo covid tras haber estado en verde hasta junio. En octubre, Reino Unido reordenó el semáforo y eliminó el ámbar. Hace unas semanas eliminó también la lista roja, aunque manteniendo la exigencia de prueba para entrar al país.

Precisamente con la mirada puesta en recuperar el turismo británico, Mallorca se presentó en la World Travel Market de Londres a primeros de noviembre como destino ideal para la práctica deportiva en combinación con la oferta cultural y gastronómica y con el objetivo final de que la temporada de 2022 comience ya en febrero.

REAPERTURA PROGRESIVA DE LA RESTAURACIÓN

Tras un inicio de año con bares y restaurantes cerrados prácticamente a cal y canto, el fin del estado de alarma en mayo no evitó, sin embargo, que los ciudadanos y los turistas tuvieran que seguir conviviendo un tiempo con el toque de queda, transformado a mediados de julio en una limitación de las reuniones nocturnas entre no convivientes, los aforos y los horarios restringidos en la hostelería.

Los bares y restaurantes comenzaron cerrados el año y solo a partir de marzo comenzaron a recuperar tímidamente su actividad, comenzando por las terrazas y con estrictos límites de aforo.

Además, hasta septiembre estuvieron prohibidos los encuentros entre no convivientes durante la noche, lo que en la práctica limitó igualmente la actividad de la restauración.

En este contexto apareció SOS Turismo, una campaña reivindicativa de empresarios y trabajadores reclamando un plan de choque efectivo y urgente para afrontar la crisis económica derivada de la pandemia.

AYUDAS DIRECTAS PARA UNA TEMPORADA ATÍPICA

Además de los 1.500 euros en ayudas directas del Govern para los negocios de restauración y gimnasios afectados por los cierres impuestos especialmente a principios de año, la ansiada gran respuesta llegó con el fondo de 7.000 millones de euros del Estado para ayudas directas a los sectores más afectados por la Covid de los cuales Baleares recibió 855 millones.

El Ejecutivo autonómico destacó la "sensibilidad" del Estado con el archipiélago, la región con la peor caída en términos de PIB.

Sin embargo, a pesar de lo atípico de la temporada, término empleado en varias ocasiones por los miembros del Ejecutivo autonómico, Baleares lideró en junio (664.013) julio (1,3 millones), agosto (1,3 millones) y septiembre (1,16 millones) la llegada de turistas internacionales.

La tercera imagen de la temporada en este sentido fue la que dejaron las colas de visitantes en el Caló d'es Moro en Santanyí, donde se llegaron a ver colas de hasta cuatro horas para darse un chapuzón y que obligó a contratar seguridad privada.

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Comentarios

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  • Guille - 30 de Diciembre de 2021 a las 11:45
    mmmmmmmm..... igual no me voy a vacunar......
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  • Maca - 29 de Diciembre de 2021 a las 22:15
    No ha venido para quedarse ojo con estas afirmaciones por que esto tiene fecha de caducidad y es el 24 de enero, otra cosa es que los dictadores que tenemos como gobernantes lo alarguen.
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  • o.o - 29 de Diciembre de 2021 a las 18:39
    Aquí decís que ha venido para quedarse... PERO se suponái que era una medida temporal, ¿VALE? Es para que luego no hagan postverdad: NADIE ha pedido ese pasaporte, HDLGP!
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