Un vendedor de la ONCE se apuñala a sí mismo para fingir su propio atraco en Mallorca
Irene R Aguado | Mallorca, 16 de Marzo de 2021 | 16:09h

Nadie se lo esperaba. Cuando un vendedor de cupones de la ONCE acudió al centro médico con dos puñaladas y contó que le habían atracado, nadie se esperaba que él mismo se hubiera autoinflingido ese dolor para fingir el asalto.
Pero lo hizo. Este vendedor de la ONCE, que trabajaba temporalmente en Marratxí por una sustitución, simuló su propio atraco para ocultar que había perdido la recaudación del día.
La historia que contó le situaba el pasado lunes en su coche, conduciendo hacia el Polígono de Marratxí, cerca del Festival Park. En un momento dado, mientras él estaba detenido en un semáforo, un supuesto atracador metió la cabeza por la ventana y le agarró la riñonera, donde el vendedor con discapacidad llevaba su recaudación diaria, unos mil euros.
Cuando se dio cuenta, el vendedor y el supuesto atracador empezaron a forcejear, hasta que el ladrón sacó un cuchillo y le clavó dos puñaladas, una en un brazo y otra en el costado. Sin embargo, el discapacitado consiguió, según explicó en su primera versión, acelerar y huir rápidamente del lugar. Malherido, se dirigió al centro médico más cercano y explicó esta historia ficticia.
En el centro llamaron rápidamente a la Policía Local de Marratxí, que se desplazó hasta el lugar y se entrevistó con el herido. Los agentes tomaron datos de todo lo ocurrido, pero al preguntar sobre los detalles, empezaron las incongruencias: la víctima no fue capaz de citar ningún rasgo de su atracador, ni aportar ninguna característica física para ayudar a identificarlo. No se acordaba de nada.
Esto levantó algunas sospechas entre los policías, pero tomaron nota de todo y se marcharon. También se requirió el servicio de una ambulancia del 061, que llevó al herido hasta Son Llàtzer.
Una vez allí, mientras se recuperaba de las heridas, se entrevistó con una patrulla de la Guardia Civil, que acudió al hospital para investigar el suceso. El hombre intentó sostener su versión, pero en un momento dado, ante las preguntas de los agentes, no aguantó más y se derrumbó. Reconoció que había perdido el dinero, y que se había inventado el atraco frente al extravío de su valiosa recaudación diaria.