Un ritual de exorcismo en un balcón en Palma de madrugada alarma a los vecinos

Un exorcismo en un balcón ha causado este domingo de madrugada en Palma una enorme alarma social entre los vecinos de un barrio de Ciutat. La central de Emergencias recibió múltiples llamadas de residentes asustados y se movilizó hasta el lugar la Policía para averiguar qué estaba ocurriendo. Sin duda, un episodio de lo más particular que ha dejado a más de uno sin pegar ojo en lo que quedaba de noche.

Los hechos han ocurrido sobre las 4:30h de la madrugada en un domicilio entre las barriadas de El Rafal y Son Gibert. Un fuerte ruido ha despertado en plena noche a numerosos vecinos de los alrededores. Pese a que no se ubicaba con claridad el origen del sonido, se oían extraños gritos, lo que hizo pensar a más de uno en un principio que se trataba de una pelea, momento en que se han producido las primeras llamadas a Emergencias.

Mientras patrullas de la Policía Local de Palma se movilizaban hasta la barriada, la central del 112 recibió más llamadas de residentes de la zona, con las que pudieron delimitar y concretar el lugar, foco de la alerta. Una vez los agentes se personaron en la calle, varios testigos afirmaron a los policías con contundencia que se trataba todo de un ritual de exorcismo. 

Explicaron que varias personas se encontraban con hombre en un balcón, asomado por la barandilla, propinándole bofetadas y realizando diversos cánticos, entre ellos "¡Satanás, abandona este cuerpo!", provocó una importante alarma social entre los vecinos de los edificios colindantes. De todo ello dieron cuenta a la policía numerosos vecinos, mientras que, paralelamente, siguieron entrando llamadas a Emergencias de residentes que corroboraron presenciar un exorcismo en un balcón y escuchar repetidos gritos de "¡Satanás, abandona este cuerpo!". Anonadados, incluso algunos grabaron en audios y vídeos la particular escena.

Tras identificar la ventana desde donde procedían los gritos, los agentes rodearon el lugar, momento en el que varias personas del domicilio en cuestión se asomaron. Desde la ventana, los policías les preguntaron sobre lo que estaba sucediendo. 

Los moradores del piso negaron que se tratara de un exorcismo y alegaron que estaban celebrando el cumpleaños de una joven. Los policías insistieron en que habían recibido múltiples avisos de la realización de supuestos rituales religiosos, pero estos, pese a confesarse religiosos, volvieron a negar en rotundo haber realizado rituales por el estilo y se ciñeron en que estaban de cumpleaños, aunque la fiesta ya había terminado.

Ante las continuas negativas, pero con la certeza de los hechos por parte de la policía -que contaba no solo con muchos testimonios de vecinos, sino con pruebas gráficas del supuesto ritual exorcista- informaron a los moradores que estaban en su derecho de celebrar cualquier tipo de ritual espiritual o religioso, en aras de la libertad de culto, pero que, de hacerlo, lo llevasen a cabo en el interior del domicilio, en la intimidad, y sin molestar ni asustar al resto del vecindario a altas horas de la madrugada. 

Un suceso, sin duda, particular el vivido este domingo de madrugada en este enclave de Palma, que seguro que ha dejado sin dormir a más de uno, temeroso ante las inesperadas invocaciones al demonio.

¿QUÉ ES UN EXORCISMO Y EN QUÉ CONSISTE?

Ante las dudas y el desconocimiento que engloban este tipo de ritos, cabe recordar que el exorcismo es un ritual religioso practicado en diversas culturas y religiones para liberar a una persona, lugar u objeto de la influencia de supuestos espíritus malignos o demonios. En la tradición cristiana, especialmente en la Iglesia Católica, el exorcismo es un acto litúrgico oficial realizado por un sacerdote autorizado, conocido como exorcista.

El ritual incluye oraciones, lecturas bíblicas, signos religiosos como el uso de agua bendita y la invocación del nombre de Jesús para expulsar al espíritu maligno. Según la creencia popular, el exorcismo busca restaurar la paz y el control en la persona afectada. Aunque es una práctica milenaria, continúa generando debate entre quienes lo consideran un acto de fe y quienes lo interpretan como un fenómeno psicológico o cultural.