Un joven salta desde un segundo piso para perseguir y agredir a su madre en Palma
Alba González | 26/09/2017
Tensa situación la que se vivió ayer, sobre las 22:30 horas de la noche, en calle Aragón. Una disputa familiar se convirtió en una dantesca escena protagonizada por un joven, de 23 años de edad, en estado ebrio y aparentemente afectado por el consumo de drogas.
El suceso tuvo lugar en un edificio construido, aunque sin acabar, ubicado en la calle mencionada. En él, vive una mujer con su hijo que perdió su domicilio hace un tiempo por impago. Su hijo, que desde los siete años ha recorrido diversos centros de menores, llegó a casa y comenzó a discutir con su progenitora.
Trató de agredirla y ella huyó hacia la calle. El joven, totalmente fuera de sí, saltó desde el segundo piso para perseguirla. Al caer, se rompió una pierna. Tal era el estado del joven que incluso a pesar de la fractura, se levantó y continuó corriendo por la calle detrás de su madre, pero ésta consiguió huir.
El joven volvió a la casa y finalmente cayó al suelo, desplomado entre el edificio y unos contenedores. Se dio aviso a los equipos de emergencia y se desplazaron al lugar varias patrullas de la Policía Local de Palma y el servicio de ambulancias. El joven se mostraba muy agresivo, sobre todo con el equipo médico.
Comenzó a discutir con ellos y trataba de bajarse de la camilla, no quería ir al hospital ni subir a la ambulancia. Tras tratar de levantarse y ver que no podía andar con la fractura, entró; no sin antes darle su móvil a un amigo suyo que acudió en su busca.
Pero la cosa no acabó ahí, dentro de la ambulancia comenzó a proferir gritos de nuevo, abrió la puerta y saltó hacia fuera. Los sanitarios no podían hacer nada, ya que ni siquiera era menor y no podían llevarle contra su voluntad. Trataron de hacerle firmar una baja voluntaria pero el joven también se negaba a ello.
Repentinamente, comenzó a insultar a los agentes y sanitarios acusándoles de que le habían robado el móvil, cuando él mismo se lo había entregado a su amigo. Después, les acusó de permitir que su amigo le robara ante ellos. Entre gritos e insultos, el joven comenzó a gatear hasta su casa.
Los agentes hablaron con la madre del sujeto y ésta prefirió no poner denuncia. El joven alegó que se iría a okupar otra vivienda lejos de su madre. Cuando la Policía Local entró en el edificio, que al estar vacío se encontraba lleno de basura; se llevaron una gran sorpresa. La madre había comenzado a limpiar el edificio entero y había colocado velas por toda la estructura. Según su testimonio, no está okupada por gusto sino por necesidad.
La Policía Local de Palma realizará un informe judicial sobre lo ocurrido, aunque no se procedió a detener al joven porque no llegó a materializar ninguna agresión.