Un gruista que acude a retirar un coche de la Guardia Civil multiplica por seis la tasa de alcoholemia

Atónitos se quedaron unos agentes de la Guardia Civil de Tráfico de Formentera que se vieron obligados a solicitar una grúa al sufrir una avería el coche en que patrullaban cuando comprobaron que el conductor de la misma, y que había venido en su ayuda, llevaba una "tajada" del quince.

El hecho sucedió sobre las 4:00 horas de la madrugada cuando la pareja avisó a la central de que se habían quedado parados por una avería en el motor y necesitaban ayuda.

La central, a su vez, avisó a una grúa que se personó al cabo de unos minutos en el lugar donde se hallaba el coche de la Benemérita pero en cuanto el conductor bajó del vehículo se encendieron todas las luces de alarma en los agentes que comprobaron, atónitos, como el hombre se iba de un lado a otro en evidente estado de embriaguez.

Así, los agentes se vieron así obligados a realizarle la prueba de alcoholemia en la que el conductor de la grúa multiplicó por seis la cantidad máxima permitida para conducir, por lo que fue denunciado.

Y la cosa se complicó un poco más cuando la empresa que ofreció el servicio tuvo que desplazar de urgencia a otro operario desde Ibiza -pues no tenía ninguno más en Formentera-, lo que supuso que la patrulla de la Guardia Civil permaneciera más de cuatro horas sin poder moverse del lugar.

MÁS REFUERZOS Y CONTROLES EN VERANO 

Los controles de la Guardia Civil de Tráfico durante el verano son habituales en Formentera pues la Benemérita incrementa su presencia allí durante el verano y, con ello, se incrementan las denuncias y sanciones.

Hace apenas unos días el conductor de un camión, que transportaba mercancías peligrosas, fue también denunciado tras detectarse que conducía bajo los efectos del cannabis.

No hay que olvidar, sin embargo, que Formentera es el destino preferido por los turistas italianos y que son este colectivo de personas quien acapara el máximo de denuncias.