Un enfermero acusado de agredir sexualmente a una paciente en Mallorca niega las acusaciones
Ha acusado a la víctima de denunciarle para sacar rédito económico
Redacción | 20/05/2024
Un enfermero acusado de agredir sexualmente a una paciente durante una consulta ha negado las acusaciones en el juicio y ha acusado a la víctima de denunciarle para sacar rédito económico.
La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Baleares ha celebrado este lunes el juicio contra un enfermero de 58 años acusado de un delito de agresión sexual, al forzar a una paciente a realizarle una felación durante una consulta.
El juicio ha quedado visto para sentencia y la Fiscalía mantiene la petición de nueve años de prisión y, en concepto de responsabilidad civil, que indemnice a la víctima en la cantidad de 12.000 euros, cantidad que la acusación particular eleva hasta los 20.000 euros porque los hechos se habrían cometido contra una persona altamente vulnerable. La defensa ha pedido la absolución y que en caso contrario se aplique el atenuante muy cualificado por dilaciones indebidas.
Durante su declaración, el acusado, enfermero en una unidad de conductas adictivas (UCA) de Mallorca, ha defendido, respecto a los hechos objeto de juicio, que "no pasó nada" y que la mujer le denunció porque no tenía sustento económico.
La víctima, por su parte, que ha declarado como testigo de manera telemática, ha negado pasar por dificultades económicas y ha indicado que denunció por consejo de su hijo. También ha afirmado que en el momento de la presunta agresión no dio la voz de alarma porque se quedó bloqueada y recordando que de pequeña ya había sufrido abusos. "Solo le pedí que no me hiciera daño", ha señalado.
Según se ha relatado en el juicio, después de la presunta agresión, la mujer accedió a ir con el procesado hasta su residencia, un hotel en Magaluf habilitado con Médicos del Mundo para acoger a mujeres en situación de vulnerabilidad. A preguntas de la defensa, la mujer ha insistido en que lo hizo porque estaba en shock.
Más tarde, psicólogas que han tratado a la víctima han considerado compatible el estado de afectación que dejaron los presuntos hechos sobre ella sobre esta actitud de bloqueo.
Según el escrito de acusación, los hechos se remontan al 9 de diciembre de 2020, cuando el procesado trabajaba como enfermero en la sección de atención a las drogodependencias de un área de inclusión social.
Ese día, a las 11.30 horas, tenía programada una visita con una paciente. El fiscal señala que, en dicha visita, el acusado se mostró un tanto nervioso y solicitó a la víctima que debía tomar una muestra de orina, indicando ella que no podía en ese momento. A ello, el enfermero le respondió que se fuera a un restaurante o un bar y volviera sobre las 14.00 horas. La víctima, que ha ratificado este versión de lo sucedido, salió de la consulta y volvió a la hora acordada, aunque estuviera fuera del horario de consultas.
Sobre este regreso a la consulta, a pesar de haberle notado nervioso y haber visto que tenía el pene erecto, la mujer ha insistido en que en un primer momento "no vio ninguna maldad".
Siguiendo con el relato de la Fiscalía, al entrar en la consulta, el acusado cerró con llave y se metió en el baño. Al salir, se dirigió a la mujer, se bajó los pantalones y, llevando un preservativo puesto en el pene, le pidió que le realizara una felación, a lo que ella se negó. En respuesta, el hombre se sentó frente a ella y le agarró la cabeza.
Durante la sesión celebrada este lunes en la Audiencia, han comparecido como testigos psicólogas que atendían a la mujer y han coincidido en los efectos que este episodio tuvo sobre su adicción al alcohol, empeorándolo.
Las profesionales han hecho hincapié en la coherencia del discurso de la víctima y han apuntado igualmente a la posible relación entre el episodio de la presunta agresión con la circunstancia de tener que acudir al juicio y un intento de suicidio.