Tres años de cárcel para la conductora ebria que mató a un motorista en Palma y se dio a la fuga
Redacción | 13/12/2021

La Audiencia Provincial de Baleares ha condenado a tres años de prisión a la conductora ebria que mató a un motorista en 2019 en Palma.
De este modo, el juez atribuye a la chica un delito de homicidio y de conducción bajo la influencia de alcohol, por la impone dos años de prisión. Además, de un delito de omisión del deber de socorro por la que impone un año de prisión.
El magistrado-presidente del Tribunal Jurado sostiene que la joven era "consciente de que había provocado el accidente" y la víctima había quedado en el suelo, pero a pesar de ello, añade, "huyó del lugar sin asistir al herido ni tomar precaución alguna".
El fallo del magistrado-presidente del Tribunal Jurado es posterior a la decisión del Jurado de considerar probado, que la joven huyó del accidente de forma consciente, eludiendo su responsabilidad de socorrer a la víctima.
El Jurado, en su pronunciamiento del 2 de diciembre, la consideró culpable de conducir ebria, atropellar y matar al motorista y haberse desatendido de la obligación de colaborar en asistir al herido. No obstante, el Jurado consideró probado que la víctima no quedó desasistida por la rápida reacción de varios ciudadanos.
Cabe recordar que la joven asumía los dos primeros delitos, reconociendo haber atropellado al motorista mientras conducía bajo los efectos del alcohol, pero aseguraba que no había sido consciente del accidente.
Los hechos tuvieron lugar en Palma el 16 de febrero de 2019, alrededor de la medianoche. La acusada, después de haber consumido alcohol tras quedar con una amiga, conducía por la calle Alfonso el Magnánimo cuando realizó un cambio de dirección a la izquierda a pesar de estar prohibido y ocupó el carril contrario.
Embistió una moto conducida por un hombre de 40 años, que murió días más tarde en el hospital por una hemorragia cerebral. Tras el choque, la joven, de 29 años, continuó la marcha sin atender al herido ni llamar a los servicios de emergencias.
Poco después se cruzó con una patrulla de Policía que se dirigía al accidente --por el aviso que habían dado los testigos-- y delante de los agentes terminó colisionando contra un aparcamiento de bicicletas, y fue detenida.
La prueba de alcohol que le practicó la Policía Local una hora después, en la comisaría de San Fernando, arrojó un resultado de 0,66 miligramos de alcohol por litro de aire espirado.