Pierden el control a gran velocidad y arrancan un semáforo de cuajo en La Vileta

Alba González | 09/09/2017

Fue una noche de las que es mejor quedarse en casa. Varios accidentes en Palma mantuvieron en vilo tanto al servicio de ambulancias como a las fuerzas de seguridad. En este caso, dos jóvenes sufrieron un tremendo accidente al final del Camí de la Vileta, en la curva de Maria Antonia Salvà, en dirección Son Roca.

El suceso tuvo lugar sobre las seis de la mañana. Los jóvenes, de etnia gitana, circulaban con un BMW serie 5 cuando al entrar a gran velocidad en la curva mencionada, perdieron el control, invadieron el carril contrario, se subieron varios metros por la acera, arrancaron un semáforo y cruzaron la vía hasta quedar parados en el carril derecho.

El gran estruendo despertó a los vecinos. La Policía Local apareció rápidamente en el lugar y se encontró con varios autobuses parados, ya que la vía estaba impracticable entre los cristales, restos del semáforo y del propio coche. Los agentes apartaron los obstáculos más grandes y comenzaron a restablecer la circulación.

Los dos jóvenes resultaron heridos, aunque afortunadamente de carácter leve. El servicio de ambulancias les trasladó a un centro hospitalario, donde se les practicará la prueba de alcoholemia.

"Buenos días agentes, todo bien"

Eso les dijo el conductor de esta furgoneta a los agentes que le vieron poco después de sufrir este aparatoso accidente; el conductor cuadruplicó la tasa de alcoholemia permitida. El suceso tuvo lugar en Camí de Jesús, en la rotonda que se encuentra bajo la Vía de Cintura.

Una patrulla de motoristas pasaba por la zona cuando el conductor, un hombre marroquí de unos 50 años de edad, se bajaba del vehículo tras el impacto. El hombre apenas se aguantaba de pie: "buenos días agentes, todo bien", logró balbucear.

Al parecer, el hombre circulaba por Camí de Jesus, en sentido Ca'n Valero y realizó un recto, arrancó varias señales de tráfico y acabó en mitad de la rotonda. La unidad de atestados acudió al accidente y el conductor fue sometido a la prueba de alcoholemia, donde arrojó un resultado positivo, cuadruplicando la tasa máxima permitida.

Los agentes le imputarán un delito contra la seguridad vial. La calle quedó totalmente llena de piedras, gravilla y restos del accidente; por lo que los agentes avisaron a Emaya para restablecer el tránsito. La compañía les explicó que no podían enviar a nadie hasta las seis de la mañana y los agentes decidieron avisar a los Bomberos de Palma, ya que la vía en estas condiciones entrañaba mucho peligro. El tramo quedó totalmente cerrado hasta que pudo limpiarse y restablecer el tráfico.

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