Penalva y Subirán avisan de nuevas grabaciones y de sus "consecuencias"

El juez Manuel Penalva y el fiscal Miguel Ángel Subirán, ambos apartados del caso Cursach, han advertido de que, de no tomarse en consideración su tesis en torno a una supuesta confabulación entre cúpula policial y fiscales para incriminar a Subirán, no tendrán inconveniente en presentar audios "de más personas, de más arriba, con las consecuencias que ello implicará".

Así lo pone de manifiesto su abogado en un recurso, al que ha tenido acceso Crónica Balear, en el que asevera que no ha entregado hasta la fecha estos audios -que se sumarían a las dos grabaciones que entregó en noviembre para reforzar sus alegatos sobre un supuesto complot- "por templanza y esperanza de cordura". Pero lanza un aviso: "si [este letrado] lo tiene que hacer las irá aportando, muy a su pesar".

Se trata de unos apercibimientos que han llevado al empresario del ocio Bartolomé Cursach y al que fuese su número dos, Bartolomé Sbert, a impugnar, de inmediato, el escrito de la defensa de Penalva y Subirán, presentado ante la Audiencia Provincial de Palma.

"Sólo el recurrente [en alusión a juez y fiscal] puede saber a qué se está refiriendo y a quiénes dirige la advertencia", apunta el abogado de Cursach, Enrique Molina, quien insinúa la posible comisión de un delito de amenazas. De hecho, señala que la mera invocación de la advertencia "trae a la mente el artículo 171 del Código Penal [relativo a las amenazas] y sus consecuencias".

Por su parte, el letrado de Sbert, Antonio Martínez, califica de "insólito" el mensaje lanzado por el abogado de Penalva y Subirán. "La sensación transmitida (con las calculadas palabras, medidas desde la "templanza" de la que alardea el autor del escrito) es que pretende intimidarse, amedrentarse, a alguien".

Coacciones de Penalva y Subirán

En este sentido, el abogado apunta a la "aparente coacción" de la que los exinvestigadores del caso Cursach hacen uso con el objetivo de "presionar para cambiar el sentido de resoluciones judiciales". "Insólito, pero sobre todo inadmisible", recalca.

El representante legal de Sbert va más allá al aseverar que las palabras del autor del texto "nos ubican en el más oscuro escenario imaginable". Y se pregunta: "¿pueden influir esas palabras, esa suerte de mensaje intimidatorio, en las decisiones que deban adoptar "personas de más arriba"? ¿A qué se hace referencia exacta, qué se pretende? ¿A quién van dirigidas? ¿Se oculta algo?".

Ante tal situación, el letrado insta a la Audiencia Provincial a "poner fin y no amparar, en modo alguno", más actuaciones del juez y del fiscal "tendentes a confundir e intoxicar".

Y hace especial hincapié en el hecho de que sean un juez y un fiscal quienes, a través de una "espiral de manipulación", atribuyan la comisión de "graves delitos a todos los funcionarios del Estado que discrepan de su palabra".

"Tanto fiscales como jueces y mandos de la Policía Nacional son atacados visceralmente. Insultados. Atacando así las instituciones que representan en sus cargos", abunda Martínez en su escrito.

El abogado desaprueba así los alegatos de juez y fiscal en torno a la presunta concertación entre miembros del Ministerio Público y la cúpula de la Policía Nacional para imputar a Subirán. Pero, sobre todo, llama la atención sobre el hecho de que las advertencias vertidas por Penalva y el fiscal acerca de sus grabaciones también hayan sido propagadas en la prensa, "claramente utilizada como 'plataforma' por los aforados para difundir su 'mensaje' y dejar bien claro el sentido de sus palabras".

El juez y el fiscal "han traspasado líneas rojas"

"Sinceramente, todo tiene límites. Y aquí se han traspasado líneas rojas. Ni el derecho de defensa ni ostentar todavía la condición de juez o fiscal permiten este abusivo proceder".

No sólo eso. El abogado de Sbert incide en el "falseamiento" de determinados hechos en los escritos de Penalva y Subirán, principalmente en relación a cómo se originaron las investigaciones sobre sus supuestas filtraciones, recriminando, en alusión a la máxima, cómo "una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad".

"Macabro, pero la historia lo demuestra posible. Pues cualquier mente humana puede llegar a colapsar ante la martirizante repetición. Pero la justicia no puede sucumbir", asevera Martínez, quien lamenta que "lo sorprendente" es que tales manifestaciones [las de Penalva y Subirán] se realicen "con absoluta sensación de impunidad y ante un tribunal. Como si de auténticos 'intocables' se tratasen".

Mientras tanto, el letrado de Cursach, al igual que el de Sbert, rechaza la confabulación a la que apuntan el juez y el fiscal: "estamos convencidos que nada más lejos del deseo de los compañeros del señor Subirán y de la Policía Judicial de buscar su imputación con maniobras torticeras".

"Uso abusivo del derecho" 

La defensa de Penalva y Subirán se apoya en las grabaciones que ya aportó -en las que figuran sendas conversaciones con un subinspector de policía y un fiscal-  para fortalecer su relato en torno a la supuesta connivencia entre policías y fiscales. Al mismo tiempo, denuncian que las investigaciones que ponen el foco en su instrucción esté apoyado en la obtención ilegal de pruebas cuya nulidad reclaman.

Sin embargo, la actual jueza instructora de la causa, Carmen Abrines, ha rechazado las pretensiones de ambos en un auto en el que, amparándose en diversas resoluciones dictadas por la Audiencia Provincial, señala que debe ser en fase de juicio cuando se formule su nulidad y no "en los albores de la instrucción". En su resolución, la magistrada alude, asimismo, al "uso abusivo del derecho" que están realizando Penalva y Subirán, además de criticar la terminología y el tono empleados en sus escritos.

El abogado del juez y del fiscal alega, entre otros motivos, que, si ha recaído algún tipo de valoración personal en sus escritos se debe al escaso margen de tiempo del que disponía "para poder montar todo lo que había que montar nada más personarse" en este procedimiento judicial.