Paulino Vicente Recas, guardia civil: “Para mí, Tráfico ha sido la insignia, el estandarte, un ejemplo”
Vanessa Abad de Taramona | 01/05/2023
Después de 40 años de servicio y 25 como motorista de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, Paulino Vicente Recas se retira sintiendo que ha exprimido plenamente cada instante de su carrera y con la satisfacción de ser el último suboficial al mando del destacamento de Manacor. “Para mí, Tráfico ha sido la insignia, el estandarte..., un ejemplo”.
¿Cómo ha evolucionado el cuerpo de la Guardia Civil a lo largo de los años desde que usted comenzó el servicio?
Desde mi ingreso en la Guardia Civil, un 17 de septiembre de 1984, la evolución del cuerpo ha sido muy progresiva y en positivo en su totalidad desde el material operativo, la uniformidad y, sobre todo, en el bienestar y conciliación familiar de sus componentes.
¿Cuál es el mejor momento que ha vivido dentro del cuerpo?
Muchos, pero en especial la entrega de mi despacho como ‘Guardia-2’, antiguamente se llamaba así. La entrega me la hizo en mano mi difunto padre.
¿Y el peor momento?
Cuando me comunicaron que pasaba destinado forzoso como cabo a Palencia, y en tono jocoso me contestó el guardia: “¡Valencia no, es a Palencia, con ‘P de Putada’!” Tuve que dejar en Mallorca a mi mujer y a mi hija de apenas días para trasladarme al puesto de Paredes de Nava, del cual guardo buenos recuerdos. En Palencia estuve un año al igual que en Bilbao, que también me fui destinado forzoso en 1988, en la llamada ‘época del plomo’.
En este caso, irme a Bilbao fue también fue muy duro porque además de alejarme de mi mujer a los tres meses de haberme casado, fallecieron muchos compañeros y conocidos de mi promoción a causa de los atentados de ETA. Allí por entonces convivías a diario con el miedo y con la muerte. Salías a la calle y constantemente debías mirar atrás, o debajo del coche. Si ibas a un bar nunca debías ponerte dando la espalda a la entrada, para poder reaccionar… Tenías que cambiar el itinerario, es decir, no hacer siempre la misma ruta. No estabas tranquilo, era un sinvivir.
Yo tenía 25 años y ver aquello de golpe, que parecía una zona militar prácticamente... fue muy difícil. Pero allí había que ir, como dice nuestro decálogo: ‘siempre prevenido, nunca atemorizado'. Porque si no, no vives.
¿Qué consejos o recomendaciones les daría a aquellos que entran ahora en el cuerpo de la Guardia Civil?
Estar siempre prevenido y nunca atemorizado. Ser siempre fiel. Hacer su deber. Estar sereno en el peligro y desempeñar funciones con dignidad, prudencia y firmeza, como dice nuestra cartilla del Guardia Civil.
¿Considera que la Guardia Civil está politizada?
El guardia civil se debe al poder político constituyente y siempre ‘primer tiempo de saludo’, es decir, obediencia. Nos debemos al pueblo y al político que en ese momento gobierne.
Hablemos de los problemas de insularidad para aquellos guardias civiles que vienen de refuerzo a las islas. ¿Con qué problemas más comunes se encuentran?
La vivienda. No hay y la que existe es carísima. No compensa las dietas que se les da.
¿Cree que a lo largo de los años se le ha ido perdiendo el respeto a la Guardia Civil?
La sociedad ha evolucionado muy rápido en todos los sentidos y se han ido perdiendo muchos valores.
¿Cómo se toman los guardias civiles la diferencia de sueldo respecto a los policías autonómicos?
Pues con mucha resignación, y hay que hacer tantos números que al final ‘todos somos doctorados en economía’ y eso nos salva. Es decir, estiramos la nómina para poder llegar a final de mes.
¿Cuál es la media de kilómetros que puede hacer en la carretera en un día?
La media depende del número de intervenciones que tenga la pareja, pero unos 200 kilómetros aproximadamente.
¿Qué es lo más surrealista que ha visto en la carretera?
Muchísimas cosas, pero una de las últimas fue un vehículo en sentido contrario en la autopista Ma-19, no paraba aún haciendo numerosas señales tanto acústicas como luminosas. El conductor era novel y conducía bajo los efectos del alcohol.
¿Y la intervención más dura y angustiosa?
Un grave accidente en la Ma-1 en la incorporación de Camp de Mar. Se quedaron atrapadas una madre con su hija de apenas 2 años de edad y las saqué a ambas del amasijo de restos de vehículo. La madre fue atendida en el lugar del accidente y a la niña la llevamos rápidamente al antiguo Hospital de Son Dureta por sus graves lesiones. Su vida corría mucho peligro. La llevamos en el vehículo oficial y el trayecto fue interminable y muy angustioso porque veíamos que la niña se nos iba. Finalmente logramos llegar y la llevamos en brazos hasta donde la tenían que intervenir. La mayor satisfacción fue oír decir al médico que la trató: “si se salva, es por usted”. Y así fue.
¿Cuáles son las tres infracciones más comunes que se ven actualmente en la carretera?
El uso del teléfono móvil, el cinturón de seguridad y los adelantamientos.
¿Se bebe más ahora que antes al volante?
No, lo cierto es que se bebe menos.
¿Cuál es la tasa más alta de alcohol que usted ha presenciado?
1,74mg/l, es decir, el triple de la tasa de delito.
¿Qué les diría a los conductores que suben bebidos o drogados al volante?
Que en esos casos conduzca un conductor alternativo que no esté bajo los efectos de sustancias o en su defecto, que cojan siempre el transporte público.
¿Cuál es, que usted sepa, la infracción máxima de velocidad que se ha cometido en carretera?
Que yo haya presenciado, el conductor de una motocicleta a 290 km/h en la vía Ma -3011, carretera Palma-Sineu, limitada a 90km/h.
¿La gente está concienciada con el uso del casco o aún se sigue viendo a motoristas conduciendo sin él?
La verdad es que cada vez se ven a menos personas sin hacer uso del casco, salvo en Formentera por parte del turismo italiano. Pero para eso están los concentrados de la Guardia Civil de Tráfico en la mencionada isla durante la temporada de verano, para dar un poco de ‘educación vial’ a los turistas mencionados, o lo que es lo mismo, para ponerles la multa correspondiente.
¿Y respecto al cinturón de seguridad?
Lo mismo ocurre. Los italianos no lo utilizan porque en su país no es obligatorio, pero desde que está la Guardia Civil de Tráfico cada vez se ven menos infracciones en este sentido.
¿Cree que la gente sabe actuar ante un vehículo que circula en situación de emergencia?
Para nada, no saben actuar como es debido.
¿Qué planes tiene tras su jubilación?
Dedicarle tiempo a mi familia, en especial a mi mujer por su paciencia y entrega ya que ha sido el pilar más importante en esta trayectoria profesional y también familiar. Ella ha sido una gran consejera y amiga porque la vida del guardia civil es muy dura entre traslados y por el día a día con sus diferentes presiones. Y mi mujer nunca me ha puesto ningún impedimento para llevar a cabo mi carrera profesional.
¿Qué es lo que más va a echar de menos cuando se retire?
Precisamente el día a día con los problemas y alegrías del destacamento de Manacor, pero con la satisfacción de ser el último suboficial al mando del mencionado destacamento ya que me sustituye un oficial al que le deseo la mayor suerte y paciencia del mundo.