Niegan que el acusado de acosar a su expareja, que acabó suicidándose en Ibiza, sea un psicópata

"Es capaz de tener empatía", ha explicado un psiquiatra

EP | 09/06/2023

Un psiquiatra ha explicado durante el juicio que el acusado de acosar a su expareja, quien finalmente se suicidó, presenta un trastorno de personalidad, pero "no es un psicópata o un sociópata", ya que "es capaz de tener empatía".

En la continuación del juicio, la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Baleares ha retomado el caso, y el acusado ha negado los hechos durante la primera sesión, atribuyéndolos a una denuncia previa que él interpuso contra la víctima en la oficina de empleo.

En calidad de testigo, el psiquiatra ha declarado, interrogado por la defensa, que el hombre sufre de un trastorno del humor, síndrome postraumático y un trastorno de persona abandonada. Además, ha señalado que el acusado toma medicamentos antidepresivos, incluyendo hasta un total de siete medicamentos distintos.

Cuando el abogado le preguntó al experto si ratificaba los síntomas descritos por la forense española acerca del acusado, que incluían patologías graves como venosas, cardíacas, pulmonares, dermatológicas o neurológicas, y trastornos psiquiátricos como falta de atención y concentración, hiperactividad e impulsividad, el psiquiatra ha reafirmado este diagnóstico y ha añadido que la hiperactividad se suma a una patología bipolar.

Sin embargo, al final de su declaración, el psiquiatra ha enfatizado que, a pesar del trastorno de personalidad que presenta, "no es un sociópata" y es "capaz de tener empatía".

A continuación, ha testificado el hijo de la víctima, quien ha destacado que, desde que su madre terminó la relación con el acusado, al principio pensaron que "era molesto", pero luego se dieron cuenta de que su madre "tenía miedo" y "estaba deprimida". Además, ha asegurado que la víctima, "más allá de este señor --el procesado--", no tenía enemigos.

El hijo de la fallecida ha reiterado que "este señor la perseguía", lo que llevó a su madre a cortar cualquier comunicación que pudiera tener con sus amigas, y también a cerrar sus perfiles en redes sociales debido al hostigamiento continuo.

Por su parte, el hermano de la fallecida ha declarado que en la casa de su madre, donde solía vivir la víctima, llegaron varios paquetes postales supuestamente enviados por el acusado una vez que terminó su relación con ella.

Antes de concluir la sesión, la Fiscalía ha modificado su escrito, añadiendo el delito de lesión psíquica por parte del acusado en base a dos artículos distintos, solicitando una pena de cárcel adicional de tres años o, alternativamente, un año. La acusación particular se ha adherido completamente a esta modificación.

Es importante recordar que inicialmente, el Ministerio Fiscal ya pedía siete años de prisión para el acusado por delitos de quebrantamiento de condena, maltrato psíquico habitual y coacciones.

Los hechos juzgados se remontan a los años 2014 y 2015. Según el escrito de acusación, la relación entre la víctima y el acusado finalizó en septiembre de 2013, pero él no aceptó la ruptura y, a pesar de la voluntad de la mujer de no querer tener contacto con él, seguía insistiendo en querer encontrarse.

Entre la ruptura y marzo de 2014, el acusado envió a la víctima cientos de mensajes y correos electrónicos con expresiones despreciativas e intimidatorias, según la fiscalía. El hombre fue encarcelado por estos hechos y, tras su liberación en diciembre de 2014, la mujer se mudó a Ibiza.

Después de salir de prisión, el acusado continuó enviando paquetes postales a la víctima, al menos una docena, a menudo con objetos sexuales y elementos con connotaciones supuestamente románticas o amorosas, a la casa de su madre, donde la víctima vivía antes de mudarse a Ibiza, o a la casa de su hermano.

Al mismo tiempo, en las redes sociales, el acusado publicaba fotos de acuarelas pintadas por la mujer y que vendía en Internet, junto con comentarios despectivos. También seguía realizando llamadas telefónicas y enviando mensajes amenazantes.

Como consecuencia de estos comportamientos, la mujer sufrió un trastorno de ansiedad y depresión que la llevó al suicidio en julio de 2015.

En la primera sesión del juicio, el acusado negó los hechos y defendió su inocencia, atribuyendo lo ocurrido a una denuncia previa que él interpuso contra la víctima en la oficina de empleo.

También declararon como testigos la hija de la fallecida, quien afirmó que su madre era "una mujer completamente sana". Sin embargo, después de finalizar la relación con el acusado, notó que tenía "miedo" y estaba "un poco asustada" debido al acoso del hombre.

La hija de la víctima manifestó que el teléfono de su madre no dejaba de sonar con llamadas de un número muy largo, y cuando se percataron del "deterioro emocional" de la fallecida, quien insistía en que el acusado la estaba molestando, acudieron a la unidad de ayuda a la mujer de la Policía.

Además, declaró el compañero de piso de la víctima, quien la describió como "una mujer con miedo, muy triste y angustiada". Añadió que la única vez que la vio un poco más tranquila fue el día anterior o los días anteriores a su fallecimiento.

Durante el juicio, una amiga de la víctima recordó que la mujer le confesó que "estaba asustada, deprimida, que había denunciado y sentía que no le hacían caso" debido a la conducta del hombre.

También una de las profesionales que trató a la fallecida explicó que "inmediatamente, el Juzgado de Violencia solicitó un informe" sobre el caso. "Nos dimos cuenta de la situación de acoso por parte de la expareja, con la que tenía una orden de alejamiento, pero él seguía acosándola", recordó en la sala.

Añadió que con el tratamiento que recibió la víctima se notaba que se sentía "muy apoyada", pero la psicóloga consideró que necesitaba "más ayuda". "Estaba desesperada, sin esperanzas de que esto, el acoso, fuera a terminar, por lo que se solicitó ayuda a psiquiatría en Ibiza porque necesitaba tratamiento debido a su desesperación", relató la experta. Luego mencionó que en abril la víctima intentó quitarse la vida, algo que asustó mucho, y finalmente falleció en julio.

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Comentarios

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  • Carmen - 09 de Junio de 2023 a las 23:18
    Si se pusieran las leyes más fuertes contra los maltratadores no pasarían tantas cosas. Vivimos en un país en el que robar una barra de pan está más penado que el maltrato
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  • Som - 09 de Junio de 2023 a las 17:54
    Dadle a palos y contenedor más próximo, desgraciado!
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  • censura - 09 de Junio de 2023 a las 14:42
    los garrulos piden mas pena para una persona que roba comida, esta claro que vvivimos en spañistan.
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  • Justicia - 09 de Junio de 2023 a las 14:37
    Nombre y apellidos d este personaje, justicia y ala cárcel
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      Ross - 11 de Junio de 2023 a las 00:44
    Te van a dar sus datos. Protegen más al delincuente que ha la víctima. A la vista está.
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