"Me violó, no me mató de milagro y tengo que quedarme a la espera"
Una mujer de Manacor expone que su agresor sexual sigue en libertad, pese a haber denunciado los hechos hace dos meses ante la Guardia Civil
Marina J. Ramos | 11/01/2025

“Me violó, no me mató de milagro y se supone que tengo que quedarme a la espera, tranquila”, expone rozando la desesperación una mujer de Manacor. Denunció ante la Guardia Civil el pasado 16 de noviembre que un hombre la había drogado y violado. El acusado, critica, sigue en la calle, mientras ella trata de continuar con su vida entre el miedo, el dolor, y la sensación de desamparo por parte de las instituciones. “¿A qué tengo que esperar? ¿A que me mate?”, se pregunta.
Los hechos ocurrieron la noche del 16 de noviembre en Capdepera, en el domicilio del acusado. La vecina de Manacor relata que la drogó, la retuvo durante varias horas contra su voluntad y la violó. Pese a no recordar con todo detalle lo sucedido debido a la intoxicación, pero consciente de lo ocurrido, acudió horas después, acompañada de su marido, al Hospital de Manacor. “Fui con la misma ropa, tal cual”, subraya y añade: “Vinieron peritos y médicos forenses, me hicieron un examen toxicológico y me tomaron fotos”. Al día siguiente, el 18 de noviembre, presentó la denuncia completa, con todos los informes médicos ante la Guardia Civil de Artà.
EN LIBERTAD
El miércoles de la semana siguiente, el juzgado de guardia de Manacor llamó a declarar al hombre, detenido, acusado de un delito de agresión sexual y otro de detención ilegal (la mujer denuncia que la tuvo retenida muchas horas). Pese a que la jueza determinó que su declaración era incongruente, acabó en libertad, con una orden de alejamiento de la mujer de 300 metros y la prohibición de contactar con ella. La quebrantó menos de 24 horas después de salir del juzgado.
“Entró a ver todos mis vídeos de TikTok uno a uno y, encima, empezó a seguirme”, rememora ella, aún con pudor al imaginarlo. Interpuso una denuncia ante la Policía Nacional de Manacor por quebrantamiento de la incomunicación, “pero la cosa se ha quedado ahí, a la espera de la condena. Nadie ha hecho nada”, denuncia.
MIEDO CONSTANTE A ENCONTRÁRSELO DE NUEVO
La víctima lidia cada día con el miedo constante de encontrarse de nuevo con su agresor por la calle o de que este tome algún tipo de represalia contra ella. Mientras, la Justicia sigue con el procedimiento abierto dos meses después. “Es una impotencia que no puedo explicar”, refiere.
Cabe destacar que el presunto violador, incide la denunciante, “es conocido por la Guardia Civil por negocios de narcotráfico en un bar de Capdepera”. “Trabaja con una furgoneta blanca de una distribuidora”, añade la mujer, que no quita ojo de los vehículos a su alrededor, pavorosa de toparse con ella. “Se supone que me tengo que quedar tranquila, a la espera. Siento que la Policía Nacional, la Guardia Civil y la jueza se ríen en mi cara”, expone entre lágrimas.
UNA CONSULTA PSICOLÓGICA CADA 20 DÍAS, LA ÚNICA AYUDA
Los primeros días tras la agresión fue acogida durante una semana en la Casa Violeta de Inca, un centro del Consell de Mallorca, especializado en atención a víctimas de violencia machista. Sin embargo, tras esto, la única ayuda que ha recibido han sido consultas con una psicóloga de la Seguridad Social. “Tuve que esperar 15 días para la primera cita y la veo cada 20 días”, algo, asegura, totalmente insuficiente para poder gestionar el miedo, la frustración y tantas otras cuestiones, fruto de la agresión.
Ha tenido que recurrir a apoyo psiquiátrico -que paga de su propio bolsillo-. “No sé cómo encuentro las fuerzas para levantarme cada día de la cama. Tengo que trabajar, seguir con mi vida, pero hay veces que no puedo. Y mientras tanto, el que me hizo esto sigue en la calle, como si nada. Ya no sé qué hacer ni a quién más puedo pedir ayuda”, lamenta.