Los vecinos de Camp Redó se sienten "olvidados" ante el aumento de la inseguridad en la zona
Carlota Padilla | 30/08/2022
Los vecinos de Camp Redó denuncian que se sienten "olvidados" ante el aumento de la inseguridad en la zona.
“Desde el Ayuntamiento de Palma no se pone remedio a los consecutivos episodios de indigentes violentos que padecemos”, confiesa una vecina de la zona.
Sin ir más lejos, cuenta que hace poco estaba tomando café en un bar con una amiga y “uno de ellos entró con malas formas y pidió ir al baño, el camarero le dijo que no podía pasar si no era cliente, el indigente se puso muy nervioso, le tiró una silla, discutieron y el camarero amenazó con llamar a la Policía”.
“El problema no es que entren, es cómo dejan el baño”, indica.
Como este, la vecina, ha relatado a Crónica Balear muchos otros incidentes similares, que se han convertido en algo habitual y, asegura que “el problema es que cada vez se cruzan más líneas rojas”.
En el mismo bar, otro indigente que quería pasar al baño se quedó tendido en el suelo, ante la puerta, sin poder moverse”.
“Los propietarios de los bares no se pueden enfrentar a ellos porque son intocables”, sentencia.
Esta vecina hace, además, especial hincapié en el parque de Can Simonet, donde estas personas causan todo tipo de problemas: “Se emborrachan y pierden el norte”.
Según su testimonio, cada vez es más habitual “ver a personas prácticamente teniendo sexo o peleándose con botellas en la mano” en una zona donde hay niños.
“Siento mucha rabia cuando hablan de estos indigentes como ‘colectivo vulnerable’… Vulnerables son los niños y los propietarios de los bares”, relata.
“Los vecinos no tienen derecho a estar tan abandonados como están, me gustaría que los políticos vivieran aquí un tiempo, a ver si les gusta encontrarse en estas condiciones”, asegura esta vecina.
La situación es “asquerosa”: “se ponen a mear y cagar entre los contenedores, cada vez es menos raro ver a una mujer con las bragas o una teta al aire”, sostiene.
Habla de la inseguridad que hay en la calle, a pesar de que la Policía va “continuamente” pues “poco pueden hacer”. Lo mismo ocurre, dice, con el servicio de limpieza “pasan por la mañana pero por la tarde hacen los actos vandálicos”.
“Más de una vez he tenido que llamar a la ambulancia por encontrarme a gente con un coma etílico en la calle”, denuncia.
Los propietarios de las tiendas confiesan que “hay niños que entran y nos roban”, a pesar de los intentos por vigilar el local, cada vez les resulta más difícil.
“La zona está deteriorada, reina el incivismo y el abandono”, concluye.